|
De: Tatisverde (Mensaje original) |
Enviado: 09/01/2021 16:40 |
TODO ESTÁ BIEN EN MI ALMA.
No importa lo que está sucediendo en el mundo a mi alrededor, mi alma siempre está en perfecta armonía. Reconozco que mi alma vive en el ámbito infinito de Dios, en una perfección que va más allá del tiempo. Descanso sabiendo que la paz y el consuelo están tan cerca como mi siguiente aliento.
En lo profundo de mi alma, todo está bien. Al meditar en esta verdad, me aquieto en la presencia infinita de Dios. Todo en mi mundo se expresa en perfecta armonía y el bien mayor se manifiesta.
Fluyo con la bondad divina —con sutileza y gracia. Permito que llene mis sentimientos y mi conciencia. Descanso en esta comunión maravillosa donde puedo conocer la paz perfecta y permanecer consciente de que todo está bien.
Mi presencia irá contigo, y te haré descansar.—Éxodo 33:14
|
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 3 de 3
Siguiente
Último
|
|
BENDIGO AL MUNDO CON UN CORAZÓN APACIBLE.
Al ver el mundo hoy en día y la discordia que parece rodearme, puede que me sienta tentado a desanimarme o hasta disgustarme. De ser así, me detengo para recordar que no importa lo que esté pasando, la paz empieza en mí. Respiro profundamente y descanso. Sereno mi corazón, calmo mis emociones y tranquilizo mi mente.
Recuerdo las palabras de Martin Luther King, Jr.: “La paz no es meramente una meta que perseguir, sino la vía por la cual logramos esa meta”. Esas palabras inspiradoras me mantienen centrado y comprometido a permanecer en paz. No importa cómo decida relacionarme con el mundo a mi alrededor, me elevo por encima del conflicto y encarno la paz.
Que en el corazón de ustedes gobierne la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.—Colosenses 3:15
|
|
|
|
|
MI CALMA BENDICE AL MUNDO A MI ALREDEDOR.
Puede que no tenga control sobre los eventos del mundo, mas tengo control sobre mis reacciones ante lo que sucede en mí y a mi alrededor. Darme cuenta de ello me ayuda a mantener la calma.
Mi calma tiene un efecto reconfortante en cada persona con la que interacciono. Durante mi día, afronto los atrasos con paciencia, los malos entendidos con humor y las desilusiones con optimismo.
Mis herramientas espirituales de oración, meditación, entrega y perdón mantienen mi mente enfocada en Dios. Mi corazón abierto y mi alma confiada engendran serenidad, mientras adiestro mis pensamientos para ver la realidad perdurable de lo Divino por doquier.
Jesús se levantó y dio una orden al viento, y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Quédate quieto!” El viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo.—Marcos 4:39
|
|
|
|
|
|