Yo soy la Inmaculada Concepción
Esa fue la respuesta de la Virgen a la pregunta de Bernardette en Lourdes
Hoy, 11 de febrero, festejamos la fiesta de la Virgencita de Lourdes, y así queremos recordar con alegría la primera aparición de la Virgen a Santa Bernardita en la gruta de Masabiele, porque fue allí donde Dios quiso confirmar el modo particular en que fue concebida Su Madre terrenal. Ya la Iglesia había proclamado el Dogma de la Inmaculada Concepción de María, pero las palabras de la sencilla Bernardette fueron el signo que coronó desde el Cielo lo hecho en la tierra.
Bernardita de Soubirous fue la elegida por Dios para ser testigo y mensajera de tan extraordinaria iniciativa del Creador. La Madre de Jesús, nuestra Madre también, supo como siempre enamorar a las multitudes y convocar a los pueblos de las naciones alrededor de la majestuosa imagen que de Ella se difundió.
Bernardita fue el instrumento de confirmación del Dogma de la Inmaculada Concepción, para alegría de los que amamos la pureza de María, reconocida de este modo en las propias palabras de la Reina del Cielo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Hoy, mas que nunca, las palabras de María resuenan en nuestros oídos con la misma fuerza, como un cristal puro que resuena y sacude con su timbre los tímpanos del mundo.
Gloria a Dios por Su Amor manifestado en regalo tan extraordinario. Nuestra Señora de Lourdes renueve nuestros corazones y nuestras mentes, para que emerja sonriente y esplendorosa nuestra propia conversión.(Fuente: Reina del Cielo)