Diversas organizaciones católicas se unieron para escribir una carta pidiendo que se lleven a cabo programas de protección infantil a fin de preservar a los huérfanos o niños que están solos como consecuencia del terremoto del 12 de enero, para evitar que caigan víctimas de traficantes de personas.
La carta fue hecha pública por la conferencia de obispos de los Estados Unidos, y enviada a la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton; a la Secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y a la Secretaria de Servicios de Salud y Humanos, Kathleen Sebelius.
“La compasión de los estadounidenses, que fue evidente en su respuesta a los niños haitianos que se quedaron solos después del terremoto, incluye muchos ofrecimientos para adoptar un niño que haya perdido a sus padres en la tragedia”, indica la carta.
Está firmada por el embajador Johnny Young, director ejecutivo de los servicios de Migración y Refugiados de la conferencia de obispos; por Maria Odom, directora ejecutiva de la Red Católica de Inmigración Legal; por el padre Larry Snyder, presidente de la Catholic Charities; por Ken Hackett, presidente de la Catholic Relief Services, y por Johan Ketelers, secretario general de la Comisión Internacional Católica de Migración.
“Como proveedores de servicio social con experiencia en el trato de menores no acompañados, creemos que ciertos procesos deberían establecerse antes de llevar a estos niños a los Estados Unidos e introducirlos en procedimientos de adopción legal”, afirman, y destacan la “necesidad de asistencia especial o protección” que tienen esos niños.
“Nos anima saber que el Gobierno de los Estados Unidos, en cooperación con la ONU y con el Gobierno de Haití, ha dado pasos para proteger a los niños no acompañados haitianos en Haití y para localizar a sus padres o a miembros de su familia”, añaden los firmantes.
También apuntan otras sugerencias para el cuidado de esos niños, incluido el establecimiento de refugios seguros para ellos en Haití donde puedan recibir cuidados.
Alta prioridad
“Estos acuerdos para la seguridad y el apoyo material de esos niños, que de otro modo podrían ser objeto de secuestros y tráfico de personas, deberían constituir la máxima prioridad, y permitir los adecuados procesos de detección para proceder sin demora”, dice la carta.
Ésta incluye un llamado para la asignación de expertos en bienestar infantil que tomen “las determinaciones según el mayor interés de cada niño”, analicen las necesidades específicas y recomienden opciones de ubicación a largo plazo.
Los líderes católicos destacan la necesidad de localizar a la familia para intentar encontrar parientes vivos y facilitar una posible reunificación familiar.
“La reunificación familiar es un objetivo importante y debe protegerse tanto como sea posible, mientras que otras veces el camino adecuado sería la ubicación de un tutor en Haití” subrayan.
La carta pide que se lleve a los niños a hogares de acogida para la atención previa a la reunificación o posible adopción.
En este sentido, añaden los representantes, “se estaría en condiciones de recibir beneficios y servicios adaptados a sus necesidades específicas y estarían bajo el cuidado de familias cuidadosamente seleccionadas por el Gobierno de los Estados Unidos y por expertos en bienestar infantil”.
Para los niños que tienen a sus padres o familiares viviendo en los Estados Unidos, los firmantes insisten en que se aceleren los trámites de inmigración para ayudarles a entrar en el país.
“Desde nuestra experiencia trabajando con niños en contextos de desastres y en otros contextos de desplazamientos, vemos que como norma general no respondería al mayor interés del niño de Haití, o de Haití en su conjunto, que a los niños no acompañados se les evacuara de su país de origen sin un cuidadoso e individual asesoramiento sobre lo que es mejor para cada uno de ellos”.
Los líderes de las organizaciones expresan su deseo de continuar trabajando con las autoridades de los Estados Unidos “para garantizar que esos niños vulnerables, así como las demás víctimas del terremoto, reciban el cuidado y el apoyo que necesitan para reanudar sus vidas”.+