El estrepitoso detonar de la pirotecnia centra en sí toda nuestra atención.
Alegria, brindis, expresiones cariñosas llenas de buenos deseos.
Asi es nuesto fin y comienzo de año, asi lo fue siempre y lo será en el futuro.
Asi es nuestra idiosincrasia.Asi es como lo concebimos. Es lo que nos hace sentir la "fiesta".
Nuestros sentidos festejan...¿lo hace nuestro corazón?
¡ Ojalá que sí ! Ojalá que pasada la algarabía de la medianoche, cuando el silencio recupere su espacio, tambien tengamos un tiempo de mirarnos hacia adentro, de escucharnos.
Un tiempo de vaciar el corazón de la chatarra que acumulamos el año que pasó y vacío de todo sentimiento negativo, lo llenemos de todo lo bueno que Dios nos regala.
Un tiempo para pensarnos finitos. Un tiempo para brindar con el alma por la vida, el amor, la esperanza.
¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!
Karmel