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General: Para rezar en casa cada día de la SEMANA SANTA
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: misionandovoy  (Mensaje original) Enviado: 19/04/2011 17:20
Para rezar en casa cada día de la SEMANA SANTA

DOMINGO DE RAMOS (Mt.21,1-11) 
 
¡Aquí estoy oh Dios para hacer tu voluntad! Entras cabalgando en un humilde burrito, aclamado y victorioso como un gran Rey y Señor. Vas camino de tu Pasión, vas camino de llevar a cabo el gran misterio de la Salvación de los Hombre. Entras manso y cercano, no gritas ni haces alarde, los que te rodean sí lo hacen; lo tuyo, Señor, es el silencio, la sencillez y la entrega. Das tu vida por nosotros. Soportas nuestros sufrimientos; aguantas nuestras rebeldías. Redentor nuestro, unidos a tu pasión queremos animar, confortar y consolar, como tú nos animas, confortas y consuelas a
nosotros.
Enséñanos a ser obedientes a la voluntad del Padre y a tener paciencia en todo lo que nos pase en la vida. ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Jesús Rey y Señor de nuestra vida, vencedor del pecado y la muerte, hoy te hemos aclamado en la plaza de nuestro pueblo como ayer lo hicieron en la entrada de Jerusalén. Que este ramo bendito que hoy entronizamos en nuestro hogar sea un recuerdo vivo permanente de tu Reinado en nuestro hogar y en cada uno de nuestros corazones. 

 Padre Nuestro, Ave María y Gloria ••••
 
LUNES SANTO (Jn.12,1-11)
 
Te reúnes con tus amigos en torno a la mesa. Marta sirviendo, Lázaro vivo y María perfumando tus pies. Jesús no quiso privarse de la fiesta de la amistad. También aparece la mirada del falso amigo. A Judas no le interesaban los pobres sino en sacar provecho para sí de cada ocasión. Señor Jesús, ayúdame a llenar mi vida de actos de amor a ti y de actos de amor a los hermanos pobres. Ayúdame a descubrirte en la oración y también en los rostros de los hermanos necesitados. 

Padre Nuestro, Ave María y Gloria ••••
 
MARTES SANTO (Jn.13,21-38)
 
Te estremece Señor la traición de tus amigos. Sufres en tu cuerpo el dolor de los flagelos, y sufres en tu corazón el abandono de tus discípulos. Sufres tanto la mezquina traición de judas, como el alarde vanidoso de Pedro que promete dar la vida por ti y en la primera dificultad te
termina negando. Solo mitiga la oscuridad de tantas infidelidades la presencia del discípulo
amado que está recostado sobre tu pecho en esta cena de amigos, y que permanecerá firme a tu lado al pie de la cruz. Perdona Señor mis propias traiciones, mi incapacidad de serte fiel y
seguirte siempre, las veces que me avergüenzo de tu Palabra y no soy capaz de jugarme por mi fe. Fortaléceme Señor, para que pueda estar firme junto a la cruz como tu discípulo amado.
 
Padre Nuestro, Ave María y Gloria ••••
 
MlERCOLES SANTO (Mt.26,14-25)

¿Cuánto me darán si se los entrego? Treinta monedas de plata le parecieron suficientes. Y desde ese momento buscaba la ocasión para entregarlo. í Cuánta falsedad! Has tomado la decisión de entregarlo y te sientas a la mesa de amigos; ¿cómo traicionar la mesa de la amistad y del cariño? Cuando repaso la historia de mi vida, descubro cuantas veces me has acogido también a mí en tu mesa fraterna, a pesar que mi corazón te traicionaba por treinta monedas y hasta veces por menos también. Cuántas veces se me obsesiona el corazón por las cosas de este mundo. Eres misericordia que no se agota.
Hoy sigues realizando proezas de amor incalculables. Me atas a ti con lazos de bondad, me eliges como amigo y confidente, ¿qué Dios es grande como nuestro Dios? Señor, ayúdame a descubrir cuáles son mis obsesiones, esas esclavitudes que me enceguecen y me llevan a cometer errores. Líbrame para que no me deje absorber por el afán del dinero, por las cosas, por las seguridades mundanas.
 
Padre Nuestro, Ave María y Gloria ••••

JUEVES SANTO (Jn.13,1-15)
"Habiendo amado a los suyos, los amó hasta el fin". ¡Qué maravillosa declaración de amor!
Expresión no sólo declarada sino puesta en acto: se sacó el manto y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos. "Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros, ... hagan lo mismo que yo hice con ustedes"
A Pedro le cuesta dejarse lavar, le cuesta dejarse amar por un Mesías humillado. Él lo quería exitoso, lleno de poder, triunfador y no despojado. Pedro estaba lleno de los criterios del mundo, no podía descubrir que este despojo era la verdadera soberanía de Dios. Le costará el llanto amargo de la negación el descubrir el verdadero poder de Dios y de los que se acercan a Él. Recuérdame, Señor, el ejemplo de tu grandeza puesta de rodillas, y de tu simple presencia en la Eucaristía, para que yo también me convierta en un servidor humilde que no esté pendiente de puestos y reconocimientos humanos.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria ••••

VIERNES SANTO (Jn.18,1-19.42)
 
Leer la Pasión del Señor es una experiencia de tremenda intensidad. En su lectura,se despiertan nuestros dramas más profundos, nuestras resistencias al amor, nuestra dificultad para aceptar las limitaciones de la vida, nuestro rechazo al sufrimiento, el recuerdo de nuestros pecados e infidelidades. Si la leemos con espíritu de oración e invocando la ayuda del Santo Espíritu de Dios, entonces se convierte en una experiencia de purificación y de liberación interior. El contemplar nuestra vida no debe opacar lo más importante que es la contemplación del amor desbordante que Dios nos ofrece en su Pasión; la mirada debe estar más en él que en nosotros mismos. Lléname de tu gracia Señor, afiánzame con tu poder,
para que también yo pueda estar a tu lado en la pasión y acompañarte también permaneciendo fiel junto a la cruz, contemplándote junto a la Madre.
 
Padre Nuestro, Ave María y Gloria ••••
 
SÁBADO SANTO (Mt.28,1-10)
 
Hoy nos envuelve un gran silencio. Hoy nos rodea la desolación. Cristo ha muerto y está sepultado. Se alejó nuestro pastor. Un gran silencio envuelve la tierra, una gran soledad cubre el mundo. Pero tú, como el grano que cae en la tierra, no saldrás de ella sin dar fruto. En esta noche comienza nuestra vida. Los cristianos estamos despiertos en la vigilia de esta noche esperando tu Resurrección, esperando el reencuentro contigo. Cristo, vives, y nosotros vivimos contigo. Vives, Señor y no estás muerto; vives en tu Padre, vives en cada uno de los que te aman y siguen tus caminos. Vives Señor en la justicia y en la bondad de los justos, vives en la misericordia y en la solidaridad. Que también nosotros sepamos morir al pecado para vivir resucitados contigo. ¡Vives Señor, no estás muerto! Queremos ser testigos de tu vida nueva.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria ••••
 
DOMINGO DE PASCUA ( Jn.20,1-9)
 
Ofrezcamos al cordero pascual nuestro sacrificio de alabanza. El cordero ha redimido a las ovejas: Cristo, el inocente, reconcilio a los pecadores con el Padre. La muerte y la vida se enfrentaron en un duelo admirable: el Rey de la vida estuvo muerto, y ahora vive. Dinos María Magdalena, ¿qué viste en el camino? He visto el sepulcro del Cristo viviente y la gloria del Señor resucitado. He visto a los Ángeles, testigos del milagro, he
visto el sudario y las vestiduras. Ha resucitado Cristo, mi esperanza, y precederá a los discípulos en Galilea.
Sabemos que Cristo resucitó realmente; tú, Rey victorioso, ten piedad de nosotros.
 
Padre Nuestro, Ave María y Gloria ••••



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