Hoy, 31 de mayo, celebramos la Fiesta de la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel, y también cerramos el mes de María. Nosotros quisimos tambien rememorar esta aparición fundamental en Amsterdam, porque la Virgen durante sus apariciones señaló el 31 de mayo en un tono profético, en el camino de la proclamación como Corredentora, Mediadora y Abogada. La proclamación del Quinto Dogma Mariano es algo que esperamos con felicidad, para el momento en que la Iglesia considere que es conveniente hacerlo.
Esta es una aparición de María fundamental en su mensaje, plena de profecías y visiones sobre el presente y futuro de la humanidad. Produce conmoción el leer los relatos de las experiencias de Ida Peerdeman con la Virgen, las enseñanzas a esta simple mujer. Pero sin dudas que es una aparición que se caracteriza por su contenido teológico, ya que la base del mensaje es el pedido de proclamación del Quinto Dogma Mariano, aquel que se refiere a María como Corredentora, Mediadora y Abogada. Nuestra Señora se apareció en Amsterdam a esta sencilla mujer revelándole una serie de acontecimientos futuros, como la crisis por la que atravesaría el mundo, la liberación de los Países Bajos de la ocupación alemana, futuras guerras como la del Golfo y la de los Balcanes, la catástrofe de Chernobyl y otras profecías que se han cumplido con rigurosa exactitud. Pero lo más importante es el mensaje de esperanza que quiere dejar a sus hijos. La Virgen señala a su Hijo, Jesús, y también la Cruz. Insiste en que sólo regresando a El vendrá la verdadera Paz. Como en sus apariciones anteriores, pide el rezo del Santo Rosario, mostrándolo como el arma más poderosa contra el demonio. El eje de esta aparición de María es sin dudas su profecía respecto de que el Dogma final de "María Corredentora, Mediadora de todas las Gracias y Abogada" será proclamado formalmente por la Iglesia un día 31 de mayo. Después, vendrá la verdadera paz. Esta aparición, tan poco conocida, es una de las más importantes que María nos ha regalado. Y no es sólo por las profecías que allí se escucharon, o por la oración al Espíritu Santo que Ella nos enseñó, o por la hermosa imagen que nos regaló. Su importancia radica en el pedido de proclamación del Quinto y último Dogma Mariano, la joya que completa la Corona de María.(Reina del Cielo)
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