Mensaje del 25 de octubre de 2014 en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina
“Queridos hijos, oren en este tiempo de gracia y pidan la intercesión de todos los santos que ya están en la luz. Que ellos sean un ejemplo y un estímulo día tras día en el camino de su conversión. Hijitos, sean conscientes que su vida es breve y pasajera. Por eso anhelen la eternidad y preparen sus corazones en la oración. Yo estoy con ustedes e intercedo ante mi Hijo por cada uno de ustedes, especialmente por aquellos que se han consagrado a mí y mi Hijo. ¡Gracias queridos hijos míos por haber respondido a mi llamado!”