“¡Queridos hijos! También hoy, de manera especial, deseo invitarlos a aceptar con amor la voluntad de Dios. Los invito, en particular, a orar por los enfermos, para que ellos acepten su cruz y la voluntad de Dios de glorificarse a través ellos. La Madre ora por todos ustedes, queridos hijos, y los presenta a todos ante su Hijo. Gracias por haber respondido también hoy a mi llamada”. |