ANTES, DURANTE Y
DESPUÉS
Antes,
durante y después.
Necesitamos herramientas para el antes,
el durante y el después.
¿De qué se trata esto?
Todos tenemos algún aspecto de nuestra
personalidad, que a veces nos juega en contra.
Podría ser el mal manejo del enojo, la
dificultad para poner límites al otro, alguna
adicción, o la torpeza para actuar ante
situaciones de
tensión.
Apliquemos el concepto de estrategias
para el antes, el durante y el después a un tema
puntual: cómo reaccionas ante situaciones que te
enojan.
Y acotemos más el asunto pensando en el
enojo que se te dispara cada vez que discutes
con determinado familiar.
Suele suceder que empiezan discutiendo
por temas menores y luego avanzan hasta llegar
al reproche por cuestiones pasadas, agredirse
hasta salir lastimados y luego tomar distancia
por un tiempo
considerable.
Ambos necesitan herramientas para antes,
durante y después de estas
discusiones.
Comencemos con el Antes.
Quizá podría serte útil evitar algunos
temas que no son tan relevantes y que suelen ser
disparadores de peleas.
¿Por qué no dejar para más tarde el
planteo de cierto problema para cuando ambos
estén más descansados? No hablen temas
importantes en horarios donde escaseen las
fuerzas.
Te serviría como ejercicio tener presente
en ausencia del otro, todo lo bueno que existe
en él; si lo tomas como hábito a la hora de
discutir también estarás repleto de buenos
pensamientos en relación a ese familiar, lo cual
podría quitarle intensidad a la
discusión.
¿Qué te puede servir para el
Durante?
Supongamos que ya se largo la
discusión. En el Durante, te sería de
mucha utilidad, frenar aquellos argumentos que
se disparan en tu mente y alimentan el enojo.
Evita las generalizaciones, el dramatismo y la
lucha por el poder.
Le servirá a la relación que intentes
comprender qué es lo que realmente te está
queriendo decir el otro, dejando de lado tus
prejuicios.
Si en el Durante, el ambiente se puso
espeso, puedes frenar la escalada avisándole al
otro que te retiras del lugar, no para
manipularlo con el silencio, sino para proteger
la relación.
Si has manejado bien las herramientas en
el Antes o en el Durante, no llegarás al
Después.
Pero no siempre hicimos bien las cosas y
hay que componer la relación. Has discutido mal
y están distanciados. .
Un abrazo, un simple abrazo, podría sacar
el vínculo del freezer.
¿Por qué no el recurso del humor? A veces
será necesario reconocer la propia falta y pedir
perdón.
Amigo, aquí sólo te di un ejemplo y un
par de estrategias.
Piensa en aquello que te cuesta manejar
y, quizá con ayuda de otros, escribe
detalladamente cuáles podrían ser tus
herramientas para el antes (prevención), el
durante (momento de la crisis o tentación) y el
después (actitud ante las recaídas o tiempo de
reparación). Necesitas distinguir qué es lo que
te sirve para cada momento. Bueno, manos a la
obra...
Besitos
enormes...
Claudia Japón
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