Las aspas
del molino sólo se mueven si hay viento
Hay
personas que basan su vida en los recuerdos. Salvador lleva tres años
lamentándose y dándole vueltas a cómo sería su vida si su madre no
hubiera muerto. Dice que su madre era una gran mujer, que se preocupaba
de sus hijos, que nunca permitió que pasaran hambre y que si no hubiera
fallecido ahora él podría estudiar, ir a la Universidad y que su vida
sería feliz. Pero Salvador lleva tres años sin hacer nada, no se ha
movido de su sitio. Ni trabaja ni estudia, sólo ve pasar la vida.
Mariluz perdió a su marido hace siete años. Tiene tres hijos de entre
diez y veinte años. Mariluz no consigue quitar de su cabeza la idea de
que todos los proyectos que tenía con su marido, poner una tienda,
hacer un crucero por el Caribe, comprarse una casa en la playa, se
esfumaron cuando él se marchó. Mariluz se lamenta constantemente de lo
feliz que era antes y lo desgraciada que es ahora.
Javier
y su familia tuvieron que cambiarse de ciudad al conseguir un nuevo
trabajo, con el que iba a ganar mucho más dinero. Con ese dinero extra
podrían cumplir sus sueños, comprar una casa y un nuevo automóvil. Han
podido comprar una casa nueva y un nuevo automóvil, pero Javier se
queja de que ya no tiene amigos como tenía en su antigua ciudad. Se
siente abatido y no para de pensar en lo que se está perdiendo.
Los
recuerdos son geniales, pero nunca permitas que arrojen su sombra sobre
tus sueños.
Otras
personas basan su vida en el futuro. Andrés lleva tres años imaginando
el negocio que quiere crear. Es una idea increíblemente buena,
original, única. El mes que viene comenzará a hacer las diligencias
legales. El mes que viene empezará a buscar financiación. El mes que
viene intentará buscar un local comercial bien situado. Lleva así tres
años. Mientras tanto sigue trabajando doce horas diarias como vigilante
jurado.
Minerva
se siente muy sola. Está segura de que dentro de poco todo cambiará:
encontrará nuevos amigos, buscará un trabajo muy creativo, que es lo
que a ella le gusta, podrá comprarse una casa y salir de la casa
paterna, encontrará a un novio que le quiera, el príncipe de sus
sueños, y conseguirá ser feliz.
No
pases demasiado tiempo preocupándote por el futuro o te olvidarás de
vivir. Sólo se puede vivir hoy.
Escrito por Ricardo Ros
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