El análisis
microbiológico comprobó que, aunque el estado higiénico de las galletas
era correcto y el riesgo sanitario nulo, había pequeñas cantidades de
B. cereus en ocho muestras y enterobacterias en dos muestras. Sólo una
galleta carecía de estas bacterias: Creme Tropical, de Gullón. El
estudio del etiquetado reveló que seis muestras lo lucían incorrecto
por diversos motivos. El más grave fue el de Marie Lu: se declara
"fuente de fibra" (es obligatorio un 3% de fibra) cuando tenía solo un
1,7% de fibra, menos que siete de las ocho galletas restantes.
Dicho queda que las maría básicas son más saludables. Pero las
otras siete no son todas similares, hay una que destaca y en positivo.
María Oro, de Cuétara, aporta menos grasas saturadas, a pesar de que es
la de más grasa (casi el 25% del producto). La razón es la calidad de
esa grasa (sólo el 21% es saturada, frente al 50%-70% de las otras
seis), que es aceite vegetal y no grasa vegetal, como en las demás
galletas. Cada cien gramos, María Oro contiene 5 gramos de grasa
saturada (lo mismo que las básicas), mientras que las hay que rozan los
15 gramos, como Creme Tropical, de Gullón, y los 10-11 gramos, el caso
de tres muestras. La única pega de María Oro es su poder energético,
505 calorías cada cien gramos, cuando las básicas no llegan a 440 cada
cien gramos.
Pero no todo es nutrición, las galletas, casi por definición, han de
ser sabrosas y apetecibles. Para valorar lo organoléptico, se realizó
una cata con 45 consumidores, cada tipo de galleta por separado. Los
resultados del análisis sensorial evidenciaron que, entre las básicas,
La Buena María de Fontaneda era la preferida, que en las doradas no
había ninguna que destacara, y que en las especiales, Chiquilín era más
preferida que las otras dos. En valoración global, ninguna mereció
puntuación mediocre y destacaron Chiquilín (7,7 puntos) y La Buena
María de Fontaneda (7,3 puntos). Siendo que esta última, básica, es la
segunda más barata y una de las dos mejores en lo nutricional, La Buena
María de Fontaneda logra el galardón de mejor relación calidad-precio.
También Petit de Río es una galleta adecuada para los desayunos. Huelga
decir que si a la galleta maría básica se le impregna una capa de
mantequilla o margarina, la cosa cambia mucho, y no a mejor. Quienes
prefieran galletas con más grasa y sabor, tienen en María Oro, de
Cuétara, la mejor opción para un desayuno cotidiano: no destaca en cata
y es la más calórica, pero es la única con aceite vegetal, lo que hace
que su grasa sea la más saludable; y encima, es una de las más baratas.
Articulo de la revista consumer.
FELIZ DIA