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General: Plagas
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De: Mercedera  (Mensaje original) Enviado: 09/08/2010 17:01

Las palmeras españolas padecen desde hace años su particular gripe A, sólo que no es un virus el que deja maltrecha su salud, sino un gorgojo, el picudo rojo, que trae de cabeza a las autoridades medioambientales de Canarias, de las comunidades mediterráneas y de muchos de sus ayuntamientos, entre ellos los de la Comunitat Valenciana.

El Gobierno central, por medio del Ministerio de Medio Ambiente, los ejecutivos autonómicos, los cabildos canarios y los municipios llevan años estrujándose las sesos para acabar con este bicho que vuela de palmera en palmera, se encierra en ella y poco a poco absorbe su vida hasta matarla.

Los planes de prevención, control y erradicación de esta especie de escarabajo rojo diminuto, dotado de una fina trompa o pico en sus fauces, son muy costosos, tal y como han señalado a EFE diversos expertos consultados.

Ilustración del insecto.

Ilustración del insecto.

En la Comunidad Valenciana el presupuesto ha ascendido a los 18 millones de euros desde 1995, repartidos a partes iguales entre el Gobierno central y la Generalitat; en Canarias el importe es superior -aunque su Ejecutivo no ha precisado la cuantía- y en Cataluña, Murcia y Andalucía el picudo rojo también ha hecho un agujero por el que cada año se pierde dinero.

La situación ha llegado a tal punto que la Ejecutiva de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) pidió en abril al Gobierno que pusiera en marcha "medidas urgentes".

La presencia del gorgojo volador en una palmera se detectó en España por primera vez en 1995 tras la importación a la costa andaluza de palmeras de gran porte procedentes de Egipto.

Las autoridades portuarias localizaron al bicho, y aunque intentaron cercarlo, esquivó todas las trampas y se propagó por las regiones vecinas del litoral mediterráneo. La Generalitat valenciana declaró la plaga ese año.

Si hay un aliado poderoso del picudo, ése es la construcción, que en España, durante los últimos años, se ha propagado como el vertido de petróleo en aguas del Golfo de México. A más urbanizaciones en la costa, más palmeras importadas y más picudo rojo chupando la savia de los árboles.

La crisis ha resultado una grata sorpresa en este sentido, señala a EFE la coordinadora del programa de prevención de Canarias contra el insecto, Rosa Martín, ya que el parón en la construcción ha provocado que el picudo prefiera no peregrinar tanto.

Málaga es una de las ciudades más afectadas por esta plaga, con unas 1.500 palmeras enfermas. Además, 770 se están talando al no prosperar el tratamiento.

El coste de la operación contra el insecto -fumigaciones, trampas y podas- es ya de 700.000 euros desde 2008, según dicen a EFE desde el Ayuntamiento, que está intentando "en solitario" controlar la plaga porque la Junta "sólo ha colaborado en el corte de unas 100".

Una enfermedad que amenaza a la UNESCO

Elche tiene en su casco histórico un palmeral de 200.000 ejemplares considerado por la UNESCO patrimonio de la humanidad. Al picudo rojo le ha dado igual la codiciada etiqueta de este organismo y hace de las suyas desde hace años.

En el Ayuntamiento, gobernado por el PSPV, el concejal de Parques y Servicios, José Manuel Sánchez, se las ve y se las desea para salvaguardar la salud de uno de los mayores atractivos de la ciudad.

Según explica, el consistorio combate al escarabajo con munición económica, entre 800.000 y un millón de euros cada año de los presupuestos municipales; con armamento científico -ha creado un instituto de investigación cuyas ideas gustan en la UE- y con la persuasión política, pero aquí es donde el consistorio encuentra más problemas.

Sánchez cuenta que el pleno del Ayuntamiento ha aprobado varias mociones con la oposición del PP para pedir a la Generalitat que firme un convenio para luchar contra el picudo rojo, y su departamento tiene constancia de que el Gobierno valenciano se ha comprometido con el Ministerio a aportar su granito de arena. "Pero nosotros no hemos visto un euro", apostilla.

La Consellería valenciana de Agricultura ha dejado claro su objetivo de prevenir la difusión del insecto, de colaborar con los ayuntamientos que lo soliciten y de proteger los palmerales de relevancia histórica.

De este modo, se han colocado 3.400 dispositivos de protección que actúan sobre 8.000 hectáreas en el entorno de los palmerales históricos de Elche y Orihuela.

Canarias es un ejemplo de eficaz combate contra el picudo. Detectado el primer caso en 2005 en el patio de una vivienda en Las Palmas, todas las administraciones se pusieron manos a la obra para eliminar el insecto.

Gracias a un equipo de 40 personas y a sus trabajos periódicos de inspección, en lo que va de año sólo se han identificado cuatro focos de picudo en las islas, y en cada caso se actuó con rapidez y se cortó la actividad parásita del bicho, informa Rosa Martín.

Pero no hay que confiarse, el picudo rojo es duro de pelar. "Puede estar dentro de la palmera entre seis meses y un año sin manifestar actividad. No nos podemos relajar", concluye Martín.

Articulo del diario El Mundo.
 
Saludos de Mercedera


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