SANTA CRUZ DE TENERIFE
Las más conocidas son las monarcas, pero el mundo de las mariposas
(en Biología reciben el nombre de lepidópteros) es tan inmenso que sólo
en Canarias se han catalogado un total de 37 especies diurnas, de las
que trece son endémicas de las Islas. Esto quiere decir que
aproximadamente un 35% de ellas sólo se encuentran en los parajes del
Archipiélago y hace que Canarias destaque como la zona de la Macaronesia
con mayor número de lepidópteros diurnos. Es toda una riqueza biológica
que precisa de cierto ordenamiento para su conservación aunque, según
mantiene el doctor en Biología, José Bacallado, "es inevitable que la
evolución del hombre reduzca las poblaciones de los lepidópteros".
De
hecho, los asentamientos humanos son el principal peligro para la
conservación de los lepidópteros que han ido padeciendo una reducción
paulatina durante los últimos años pero que de momento no es
preocupante. Sólo una de estas mariposas, la denominada Pieris
cheranthi, está incluida en nuevo catálogo de especies protegidas de
Canarias, en la categoría de en peligro de extinción.
"La
regresión de esta especie, endémica de Canarias, se debe casi total
seguridad, a parasitoides introducidos que controlan sus poblaciones y
que puede llevarlo a la extinción", asegura el también presidente de la
Asociación de Amigos del Museo de Ciencias Naturales, quien añade que
las dos subespecies de Pieris cheranthi se ubican en Tenerife y La
Palma y que llegaron probablemente introducidas a través de una planta
nutricia.
Sin peligro
El doctor en Biología explica que,
aunque pueda parecer negativo que no se hayan incluido en el catálogo de
especies protegidas del Archipiélago, "lo cierto es que la mayoría no
lo necesitan, porque aunque sus poblaciones estén en regresión, en
realidad de momento no peligra su permanencia en la biodiversidad de las
Islas".
Pero no hay que despistarse porque, aunque desde hace
unas siete u ocho décadas no ha desaparecido ninguna especie de
lepidópteros en Canarias, lo cierto es que la acción del hombre ha
provocado la disminución de población. José Bacallado explica que "antes
no se controlaba y era frecuente ver a coleccionistas que recogían
ejemplares para sí mismos, para museos o para venderlos" y recuerda que
"hace años yo mismo vi gente que podía capturar 50 mariposas en un día,
pero ahora afortunadamente Medio Ambiente ha puesto en marcha mecanismos
para controlar todo eso".
"Es un patrimonio biológico del que
tenemos que estar orgullosos, sobre todo porque no sabemos qué función
puede tener en un futuro, para investigaciones científicas o médicas por
ejemplo", asegura este doctor en Biología.
Lo curioso es que
las propias características del Archipiélago, especialmente la
laurisilva y otras zonas de monteverde, han hecho que decrezca el número
de mariposas pero que aumente la cifra de especies de lepidópteros.
La
explicación está, según comenta José Bacallado, en la evolución
insular: "cada especie se ha ido adaptando a su propio entorno insular y
así es frecuente ver subespecies de un mismo lepidóptero". Dentro de
este grupo, el doctor en Biología cita las mariposas conocidas como
limoneras canarias, que habitan en las zonas de laurisilva, falla y
brezo de Tenerife, Gran Canaria, La Gomera y La Palma.
Bacallado
explica que de la familia de las Gonepterix, "estas mariposas viven en
poblaciones aisladas que se han ido diferenciando entre sí,
especialmente en su morfología" y señala que "aunque habría que hacer un
estudio riguroso y serio de sus características, si se diferencian
sobre todo en su aparato genital, habrá que tenerlo en cuenta porque no
podrán cruzarse".
El biólogo destaca otros tipos de lepidópteros
ubicados en Canarias e informa de que "muchos de ellos llegaron
introducidos a través del enorme trasiego comercial". De ellas,
Bacallado menciona la especie conocida como taladro de los geranios,
especie que originaria de África. Con el nombre científico de Cacyreus
marshalli "esta mariposa ha aumentado la biodiversidad de los
lepidópteros canarios, pero a costa de atacar los geranios de manera
brutal".
Articulo del diario La Opinión.
Saludos de Mercedera