La guía divina me guía a mi empleo correcto y perfecto.
En un momento dado, quizás encuentre que necesito un nuevo empleo. En esos momentos, no tengo que sentir temor. Tengo fe en que mi bien surge de canales infinitos. Soy una creación divina con un potencial ilimitado. Confío en que Dios me guía hacia un empleo en donde podré compartir mis dones y ser compensado correctamente.
Recuerdo que las claves para mi éxito son una actitud positiva, paciencia y confianza en mis facultades divinas. He sido bendecido con toda la sabiduría, voluntad, imaginación y todo el entusiasmo que necesito. Sigo la dirección divina y encuentro un empleo correcto y satisfactorio para mí.
Pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.—Efesios 2:10