Soy equilibrado en mente, cuerpo y espíritu.
Hoy el planeta Tierra estará perfectamente equilibrado con respecto al sol. Cada persona tendrá la misma cantidad de tiempo de luz y de oscuridad. El otoño comenzará al sur del Ecuador, y la primavera comenzará al norte. Yo logro mantener un equilibrio sagrado cuando alineo mi naturaleza humana con la divina. Descanso y acojo la luz de mi conciencia. Con esperanza, reconozco y expreso las profundidades del potencial divino en mí.
Con equilibrio, serenidad y estabilidad, expreso mi divinidad y mi humanidad —según edifico y fortalezco mi conciencia del Cristo morador. Doy gracias por el balance divino en la naturaleza y en mí.
Tengamos … la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma.—Hebreos 6:18-19