Los principales síntomas que delatan que el calor nos ha golpeado son los siguientes:
- Aumento importante de la temperatura corporal (39ºC o más).
- Piel enrojecida, caliente y sin sudor.
- Aumento de las pulsaciones o frecuencia cardiaca.
- Dolor de cabeza punzante
- Pérdidas de memoria
- Pérdida de conocimiento.
Ante un golpe de calor, se debe avisar de manera inminente a los servicios sanitarios y, enseguida, enfriar a la víctima, apartarla del sol, situarla en un lugar fresco y mojarla con agua fría para bajarle la temperatura corporal. Estas son las medidas que deben aplicarse hasta que llegue el servicio sanitario. Una vez en el hospital, el tratamiento consiste en bajar la temperatura corporal e hidratar a la persona.
Resumen de Consumer.
Saludos de Mercedera