La piña es el fruto de una planta llamada Ananas comosus, miembro importante de la familia de las bromeliáceas donde también se encuentra la maya.
Se le atribuye a Cristóbal Colón haber llevado la pina a España. Se afirma que esta fruta fue alimento predilecto del rey Fernando el Católico.
Según el Dr. Alain Henry Liogier en su “Diccionario Botánico de Nombres Vulgares de la Española”, el fruto de la piña contiene una enzima que digiere a las proteínas, a la cuál debe su acción antiparasitaria.
La piña es muy buena como diurética y tiene 700 veces más potasio que sodio. Este dato es muy importante porque muchos diuréticos usados en el tratamiento antihipertensivo producen pérdidas significativas de potasio, mientras que la piña aportaría este elemento, por lo que no habria que dárselo por otro lado al enfermo.
La bromelina es una enzima proteolítica presente en el zumo de esta fruta y como muestra de su comprobada acción farmacológica una gran cantidad de productos de venta en las farmacias están elaborados con esta sustancia.
La bromhexina es otra sustancia activa presente en la piña y que una gran cantidad de productos recetados por los médicos a diario están elaborados con ella. Esta sustancia también es recomendada en personas con asma bronquial y en casos de retención de secreciones en los bronquios. Se abribuye beneficio en estos enfermos porque tiene efecto mucolítico (destructor de moco), aumentando la expulsión de secreciones. Fuidifica las flemas porque destruye las fibras del mucopolisacárido con lo que facilita la expectoración.
La pectina es otra sustancia presente en la piña, pincipalmente en la cáscara, que forma parte de muchos productos de venta en las farmacias y se recomienda por su acción de evitar la formación de coágulo por lo que ayuda a prevenir la trombosis y el infarto al corazón y al cerebro.
En la tesis doctoral del doctor Reynaldo Alvarez Khoury, se demostró que la piña tierna preparada en jugo fue muy efectiva en varias parasitosis entre ellas la ascridiasis, trichuriasis y uncinariasis. En estos casos superó en efectividad al mebendazol y a la piperacina, dos sustancias muy utilizadas en el tratamiento de diferentes tipos de afecciones producidas por parásitos. En este estudio se demostró que en esos parásitos la piña, preparada en jugo fue efectiva en el 70.5% de los casos. El mebendazol en el 68.4% de los enfermos tratados por tener alguna de estas parasitosis y la piperacina en el 57.1%.