Folato, vitamina C, vitamina B y beta carotenos. Todo eso y más es lo que aporta el calabacín, una sabrosa verdura que, por su alto contenido en agua, tiene efectos diuréticos y apenas engorda. Todo virtudes para un alimento que admite mil formas de preparación.
Tampoco se pueden olvidar los necesarios betacarotenos, que el organismo transforma en vitamina A y que también son suministrados por los ricos calabacines. A todas estas propiedades nutritivas hay que añadir su alto contenido en fibra que lo convierten en un producto muy adecuado para los que padezcan del incómodo estreñimiento.
Delicioso y nutritivo, sólo se podía esperar algo más de este alimento: su bajo contenido en calorías. Apenas aporta 15 calorías por cada 100 gramos de producto. Y es que está compuesto en un 95% por agua. De ahí vienen sus propiedades diuréticas y su bajo contenido en grasas. Del mismo modo, esta es la razón por la que se recomienda consumir calabacines en la mayor parte de las dietas de adelgazamiento.
Además de estas características nutritivas, se asocia a los calabacines otras virtudes, más relacionadas con la magia. En efecto, su cultivo se relacionaba en la antigüedad con ritos de prosperidad de las cosechas.
Las flores del calabacín y de la calabaza común son de las que más habitualmente se emplean en casi todas las cocinas del mundo. La forma más común de comerlas es salteadas, rebozadas y rellenas, pero también se pueden emplear para realzar el sabor de sopas y ensaladas. Originaria de América, la planta de la que procede es de la familia de las cucurbitáceas. Los indios aztecas la llamaban ayotl.
Publicado por: Alimentación sana.
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