Tengo mucho por aprender de la vida y de las palabras de Jesús, el Maestro supremo. Sus palabras para quienes lo perseguían: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen” hablan del poder increíble del perdón. Jesús sabía que quienes lo perseguían no vivían ni actuaban partiendo de su naturaleza verdadera.
Como un ser espiritual, como creación de Dios, tengo la capacidad de perdonar. El perdón incluye dejar ir percepciones que no promueven el bien. Al perdonar, dejo ir perspectivas limitantes y tengo una visión más elevada de la situación. Mi mente y corazón comienzan a ver más claramente. Contribuyo a resultados positivos en cualquier situación difícil. Yo soy liberado a medida que perdono.
Jesús decía: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.—Lucas 23:34