Afianzo estas palabras en mi corazón cada vez que sienta estrés o inseguridad. Afirmo: Yo soy libre. Yo soy ilimitado. Permitir que estas palabras resuenen en mi mente, aumenta mi confianza. Ellas me recuerdan mi verdadera naturaleza como una expresión ilimitada de Dios.
Libre de cualquier temor o incertidumbre, sé que puedo lograr todo aquello en lo que enfoque mi mente. Puedo intentar nuevas actividades, ir a nuevos lugares y conocer gente nueva sintiéndome confiado y sereno.
Suelto cualquier temor de no ser suficiente. Dejo ir todo pensamiento de inseguridad. Al eliminar pensamientos o ideas que una vez me ataron, me vuelvo receptivo a nuevas maneras de pensar, vivir y ser. Yo soy creativo e innovador.