LA ESCALERA DE DIOS
Hoy quiero contarles un sueño muy especial que tuve hace ya unos meses.
Estaba dormida y Charly mi ángel guardián llegaba y me despertaba y me decía- "acompáñame"-, me tomó de la mano y empezamos a elevarnos y elevarnos hasta llegar al centro del universo, era divino, sentía que podía tomar con la mano las estrellas, miraba embelesada a mi alrededor cuando de pronto vi una hermosa escalera, con mármol blanco y barandales de oro.
Charly me sonrió y me dijo-"adelante, sube"-.
Al subir el primer escalón me convertí en una niña de 1 año, con mi vestido rosa y mi oso de peluche en la mano,
Al subir el siguiente escalón tenia dos años, y lloraba porque me quitaron mis hermanos mi paleta.
Y así seguí subiendo escalón por escalón, viviendo etapas de mi vida en cada uno de ellos. situaciones de alegría, de tristeza y de amor.
Llore, reí en cada situación y al llegar al escalón numero 42 ví unos escalones mas arriba a Jesús con los brazos extendidos. Quise correr hacia el, pero no podía moverme. Por mas que intentaba pasar mis pies, mi cuerpo parecía paralizado, que pasa? Le pregunte a Charly, porque no puedo moverme?
El sonrió y me dijo - "porque tienes que soltar, mira"-
Me enseñó hacia atrás de mi, ví que traía colgado cada situación, cada objeto, cada persona, la escalera estaba llena de cargas que yo había estado arrastrando.
-como puedo soltar esto? Le pregunté
y el me dijo con esa voz tan dulce y comprensiva---"perdonando"-.
Entonces empecé con la situación de 1 año diciendo "te perdono y te dejo ir", y esa situación desapareció.
Así dije en el segundo, tercero y en cada escalón, en cada situación y todo iba desapareciendo. En unos escalones batallé más que en otros, pero lo logre.
Hasta que ya no tuve nada cargando pude subir el escalón 43, sólo faltaban muy pocos para alcanzar a Jesús, mi emoción parecía salírseme del pecho; Pero al querer subir el escalón 44 nuevamente me quede paralizada, sin poder moverme ni un centímetro.
Que pasa? Le pregunte de nuevo a Charly
Y el me dijo -"mira"- señalándome detrás de mi.
Cuando volteé la mirada ví de nuevo todas las cosas que ya había soltado, todo el tiradero de situaciones, objetos, personas estaban de nuevo colgadas de mi; pero, le dije -ya perdone, y en verdad lo hice de corazón-.
Él sonrió y me dijo tiernamente- "lo sé, pero ahora estás en el escalón del espejo, ahora debes perdonarte y amarte tú. Por eso esas situaciones han vuelto a aparecer, porque en cada situación, en cada vivencia crees que pudiste hacer algo que no hiciste, no te has perdonado a ti misma"-.
Yo me senté a llorar y lloré amargamente, porque no podía perdonarme a mi misma, porque siempre creí que había sido mi culpa, que yo no era suficiente, que podía siempre dar mas.
Y en ese momento Jesús bajó los escalones y llegó hasta mí, me tomó de la mano y me puso frente a Él para que yo lo mirara, eran los ojos mas tiernos y dulces que he visto en mi vida.
Y me dijo..
"Yo te amo tal y como eres, porque para mi tu eres perfecta, no hay nada en ti o en tu vida que yo no comprenda, siempre has hecho lo mejor que podías, lo que creías era lo correcto en ese momento. Así que dime, mi niña ¿por qué no subes el escalón conmigo?.
Me desperté llorando, y lloré casi toda la noche; y es que en verdad amigos, creo que éste es el escalón mas difícil de subir: el amarnos a nosotros mismos, el perdonarnos, llevamos cargando tantas culpas, tantas situaciones que no nos dejan seguir avanzando.
Estamos tan acostumbrados a insultarnos que ya ni nos damos cuenta, cómo por ejemplo: que tonta soy no saqué la carne del refrigerador, ó: que mensa debí decirle ésto. Siempre nos estamos cuestionando, nos estamos corrigiendo, nos estamos diciendo que no servimos, que no valemos, que no podemos y nos vamos haciendo dentro de nosotros pequeñitos, como niños asustados y acomplejados.
Y yo ahora me pregunto, por qué no me amo, si El que es lo más maravilloso que existe me ama y me ha perdonado?.
Debemos aceptarnos como somos, puesto que somos perfectos, ya que Dios solo hace lo perfecto.
Sí hemos tenido errores pero sólo eso son: errores, y gracias a eso nos hemos fortalecido, hemos aprendido en cada situación, lo importante ahora es dejar los errores en el pasado que el pasado realmente ya no existe, lo único que existe es el aquí y ahora, y yo aquí soy una persona que ama, una persona que desea ser mejor ¡y que también lo es!.
Vamos a consentir un poco al niño que llevamos dentro, a darle fortaleza, a decirle que lo amamos y que nos sentimos orgullosos de el. Vamos a decirnos mil veces, no, un millón de veces: "me amo y me acepto como soy", para que ese niño ría y logre ser totalmente feliz.
Y sé que cuando vuelva a soñar esa escalera podré subir con una sonrisa desde adentro de mí, el escalón 44. Cuándo lo consiga se que estaré aún más cerca de llegar a Dios.
Por Bertha Alicia Medina