No eres un mito hermano sino un insomne que descubrió que sus palabras estaban llenas de pesadillas de ciudades heridas de campos enlutados de un Perú sin estrellas de una España sangrante de un París mata sueños de una cruz en la tierra con una humanidad enclavada de una Georgette solidaria con tus huesos y tus carestías En fin un loco que gritó su rencor y su miedo su sintaxis quebrada como una sierra extraña que encontró su madera en otros trashumantes