Mario Noel Rodríguez
Alejanía
en el centro puntual de la maraña Dios, la araña Alejandra Pizarnik(Escrito el día fatal)
Allá donde la carne es harapos mi corazón es reflector. La araña con su linterna estudiaba tus pasos al alba. No sabía que volabas, que subida a un relámpago perdido pisabas las tripas de la eternidad y sus hijos leprosos. Te vi en sueños con muñecas de dolor, no veías más que un gato descompuesto en sombras. Te hablé, sólo pateaste la atribulada ceniza de los profanados por el crepúsculo. Un verso mordiendo su propia cola, escribiste. Lo busqué en la alcantarilla de la pasión pero lo tragó Merlin, estallando. Y han pasado años bajo el puente donde bocabajo la araña teje promesas, bufandas, gorros para protegernos de la noche en que no quede pelvis sobre pelvis. En tu sombra dormitaré feto. Alejanía, teclado de invierno, allá voy contra el clavel que atravesó tu pecho, tu voz de insecto imaginado.
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