Quererte a ti es una bendición.
Es abrir los ojos
y ver que el sol sigue brillando.
Es mirar el horizonte
y saber que hay esperanzas.
Es reír sin un motivo
porque nos nace muy dentro.
Es querer vivir eternamente
el momento cuando estoy contigo.
Es dejar que los suspiros
escapen en tropel.
Es no poner remedio
al anhelo de mirarte.
Quererte a ti es la felicidad
de compartir tus horas
sin agotar el tiempo.
Es sostener entre las manos
la vida que nos llega.
Es apagar luceros,
porque lo iluminas todo.
Es no tener más sueño
al tenerte tan cerca.
Es amar a la vida
porque me llevó a tu senda.
Es creer que el amor es bueno
cuando me veo en tus ojos
que no saben de mentiras.
Quererte a ti
es más que un compromiso,
porque el amor es libre
de miedos y cadenas.
Es tener la mirada encendida
porque el amor es el centro
de toda la existencia.
Es caminar con el tiempo de amigo
porque el amor se convierte
en abundancia.
Es como tener
un mundo abierto de cosas gratas
que brindan sólo verdades.
Quererte a ti
es todo eso que llama alegría.
Quererte a ti
es colmar mi vida del gozo de querer.
Es más que la sonrisa
que escapa de tus labios.
Es más que aquel “te quiero”
que flota en mi memoria.
Es ir tras el futuro
pisando firmemente.
Es unir dos corazones
que laten por amarse
y ver que se ha creado
un mundo diferente.
Quererte a ti
es más que el sueño de dos almas.
Es dar la bienvenida
a Dios en lo más hondo.
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