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José María Gabriel y Galán
LAS SUBLIMES
¿La conoces, musa mía? Es modelo soberano bosquejado por la mano de la gran sabiduría.
Es el más dulce buen ver de tus visiones risueñas; es la mujer que tú sueñas cuando sueñas la mujer.
La discreta, la prudente, la letrada, la piadosa, la noble, la generosa, la sencilla, la indulgente,
la süave, la severa, la fuerte, la bienhechora, la sabia, la previsora, la grande, la justiciera...
la que crea y fortalece, la que ordena y pacifica, la que ablanda y dulcifica..., ¡la que todo lo engrandece!
La que es esclava y señora, la que gobierna y vigila, la que labra y la que hila, la que vela y la que ora...
¡Hela, hela, musa ruda! ¿No lo cantas? —No la canto. —¿Por qué, si la admiras tanto? —Porque si admiro soy muda.
—¿Y cuál es la maravilla que así admiras muda y queda? ¡O es Teresa de Cepeda o es Isabel de Castilla!
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