Ayer te pensé o soñé que estabas en casa y te pensé o soñé como eras hace mucho bajo un cielo que era también como hace mucho esas cosas de hombre de niño que uno tiene te soñé como eras cuando yo no era éste y te pensé después y anduviste girando en mi cabeza durante todo el día. Esta mesa es tan chica acá se desayunan con su ruido los jarros las mínimas tormentas acá llueve seguido y las noches largas se llenan de tazas negras a veces alguien canta para desocuparse de las lágrimas y a veces hay un miedo de final que me roba las pocas herramientas que reuní de a poco esa pequeña historia asomada en desorden all reloj de la casa los gajos que juntabas por los alrededores donde ha subido el polvo. Injusto es este otoño obligado a cubrirnos con las hojas que caen en esta miseria que se pone a crecer como el tiempo en las fotos amarillas como las uñas