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Gastón Fernando Deligne
Incendio

Dormida esta la ciudad,bajo los limpios reflejosde una luna sin mancillaen un nacarado cielo.Allá lejos zumba el mar;acá suspira el misterioy en las hebras de la luzflota en su hamaca el silencio.¡Qué de fantasmas de rosas,en blando revoloteoinvaden calladamentelos cortinajes del lecho!¡Qué tropel de diminutosy ágiles duendes aéreosse deslizan impalpables,paz y calma repartiendo!Todo, hasta el aire, es marasmo,todo, hasta la luz, es sueño;todo, hasta el duelo, es quimera:¡Sólo el mal está despierto!De cuya presencia adusta,de cuyo empuje soberbio,hablan, gritan las campanascon vibrante clamoreo.Y allá al lado del poniente,entre oleadas de humo denso,asoma el robusto monstruosu roja cresta de fuego."Venid' parece que dice;parece que clama: "os reto',con su ruido de agua grande,con sus crujidos siniestros.¿Quién no lo vio...? Era uno solo,y revistió en sus efectos,los mil tonos, las mil formas,de un espantable Proteo.Como niño que en petardosentretiene el raudo tiempo,así niño en unas partes,todo lo estallable uniendo,estallaba en un volcán,del raro volcán contento.Enamorado, otras veces,Del uno al contrario extremeIba hablando con su amadaa puras lenguas de fuego,hasta perecer con ellaen blancas cenizas vuelto.Ora bajando intranquilo,ya presuroso subiendo,ya contra el viento accionandoya corriendo contra el viento;escudriñando unas veces,otras veces destruyendo;dormido como un león,en súbito apagamiento;para surgir más robusto,más voraz y más tremendo;con profundidad de abismo,con escalofrío de vértigoera tristemente grande,era noblemente tétricoy hermoso terriblemente¡aquel conflicto de incendio!Pero más hermoso aúnel alcance del esfuerzoque trajo el coloso a tierra,junto a las ruinas deshecho.Y más hermoso el que pruebaque Jesucristo no ha muerto;que el mal sólo es transitorio,que el bien es el solo eterno.Porque ¿sabe acaso el ave,después que el ciclón va lejos,lo que la rama queriday el dulce nido se hicieron?...Lo sabe la caridad,y es solamente por esoque abre, mirando a las víctimas¡su manto color de cielo!


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