
Gracias Madre
Gracias Madre! por darme ayer la Vida y arrullarme con fiel consagración, percibiendo la dicha, enternecida, del augusto latir del corazón. Por mi crianza, en arduo sacrificio, deseando que fuera yo un doctor; no proclive a extraviarme entre los vicios, ni a perder, con el tiempo, la razón. Me legaste la honra que amerita ser humilde, sincero y recatado; ser valiente, sumiso y acatado, sin defectos, que tanto demeritan. De no ser egoísta o de rencores, ni envidioso de los bienes ajenos; ni promiscuo, al brindarle mis amores a quien vive con loco desenfreno. De sentir, en verdad, misericordia por la gente más pobre y compungida: por el huérfano, el preso..., en concordia con las Leyes de Dios establecidas. Me enseñaste a querer y a perdonar; a vivir sin traiciones ni venganzas; y, a través de plegarias, a clamar con ferviente ilusión, con esperanza de poder resistir a las afugias que nos causan terrible desazón, y nos hacen entrar en oblación, cuando, en llanto, las almas se refugian. ... Y estudié y laboré para ayudarte a afrontar la penuria y la escasez. ¡Fui poeta, por ti: -yo quise un arte que no paga en monedas-: ¡arte cruel!!. Solamente recibo los aplausos cuando subo a versar a la palestra, pero sigo, por ti, escribiendo en trazos de amargura, con sangre de poeta. ¡Fuiste buena conmigo! ¡Yo fui malo, porque nunca te supe comprender; contrarié los consejos -de regalo- que me diste, buscando siempre el bien!. ... ¡Gracias Madre! por todos los favores; por tus besos y abrazos..., ¡por tu Amor!... ¡Que Dios tenga en su Trono tus primores, y te dé la anhelada salvación!.
Dr. Eliot Grau - Poeta Colombiano

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