Fabio Morábito
In limine
Por el perdón del mar nacen todas las playas sin razón y sin orden, una cada cien mares.
Yo nací en una playa de África, mis padres me llevaron al norte, a una ciudad febril, hoy vivo en las montañas,
me acostumbré a la altura y no escribo en mi lengua, en ciertos días del año me dan vértigos y mareos, me vuelve la llanura,
parto hacia el mar que puedo, llevo libros que no leo, que nunca abrí, los pájaros escriben historias más sutiles.
Mi mar es este mar, inerme, muy temprano, cede a la tierra armas, juguetes, sus manojos de algas, sus veleidades,
emigra como un circo, deja todo en barbecho: la basura marina que las mujeres aman como una antigua hermana.
Por él que da la espalda a todo, estoy de frente a todo con mis ojos, por él que pierde filo, gano origen, terreno,
jadeo mi abecedario variado y solitario y encuentro al fin mi lengua desértica de nómada, mi suelo verdadero.
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