Manuel Gonzalez Prada
La tempestad
I
Con el cántaro a los hombros, Entre nubes y destellos, La Ñusta pisa las cumbres Más vecinas de los cielos.
Risueña, el cántaro inclina Y derrama suave riego En las ceibas de los bosques Y en los cactos del desierto.
De gozo, entonces, henchido, Alza un himno el Universo Con la voz de sus arroyos Y la lengua de sus vientos.
II
La ruda maza en el puño Y la cólera en el ceño, El hermano de la Ñusta Asoma y corre a lo lejos.
Salta por cumbres y abismos Como en fantástico vuelo; Tenaces golpes de maza Descarga en llanos y cerros.
Quiebra el cántaro, y entonces Vibra el rayo, zumba el trueno Y en cataratas de lluvia Se desploma el firmamento.
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