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Javier Pérez Walias
Bajo las aguas
He aquí, bajo las aguas, el beso prometido en las arenas del bosque; en aquel oleaje del bosque que no era tuyo ni mío sino del cielo, solamente del cielo. He aquí mis dos manos acariciando las luces que caían sedientas desde cien mil estalactitas verdes. He aquí aquel cielo. Aquel cielo que no era tuyo ni mío sino de tu licor en ascuas, de mi latir alado, de nuestras lágrimas unidas bajo el tiritar de las vértebras. He aquí, bajo las aguas, el beso prometido como una burbuja de aire; como aquella burbuja de aire que no era tuya ni mía sino del fuego, solamente del fuego. He aquí tus dos ojos acariciando las sombras que caían sedientas desde cien mil estalactitas verdes. He aquí aquel fuego. Aquel fuego que no era tuyo ni mío sino de mi latir en ascuas, de tu licor alado, de nuestras vértebras unidas bajo el tiritar de las lágrimas. He aquí, bajo las aguas, el beso prometido como una burbuja de aire en las arenas del bosque.
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