Juan está sentado frente a la mesa de siempre en la cafetería. El mozo le sirve el tercer café. Él permanece absorto en sus pensamientos. Las pérdidas siempre le infundieron temor.
Se da cuenta de que faltan pocos minutos para la cita. Sabe que debe despedirse de otra, y sufre por anticipado. Pensar en el dolor lo paraliza.
Necesita tranquilizarse. No es la primera vez que tiene que enfrentar una situación como esta. Solamente hace falta valor.
Mira su reloj. Ha llegado la hora.
Se levanta, cruza la calle, entra al consultorio odontológico, ya resignado a perder una muela más.
Dukesin te desea Feliz Dia