
Ana Buquet
A la búsqueda incesante
Cresta de la ola. Caes con vértigo feroz en playas anónimas de atardeceres calmos. Mueres mar en la orilla, y a tu antojo te desperezas, te desatas fuerte, te contraes, te esfumas. Llevas a tu encuentro pasados que no fueron, crepúsculos de luz mortecina que alumbraron lujuriosos placeres y enardecieron profundos dolores. Cresta de la ola de este río como mar... Hoy caes con vértigo en mi playa. Estás buscando más que nunca, empecinada, quebrarte en mis pies, igual que aquel que quiso morir por un amor prohibido. Y buscas tus playas. Y él busca las suyas. Persistes en tu loca tenacidad igual que aquel, que aún hoy sigue buscando. Espera. Insiste. Quizás, algún día, puedan morir los dos, junto a la orilla, cuando yo esté contigo.
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