Nora Méndez
La estación de los pájaros (III)
Te he amado En ti y en otros amantes Bajo cada piel Encontré un carrusel de manos Una sed de mar en los costados Y los sonidos Esos pájaros tempranos En el amor tocados Armonía jadeante Brotando de una flor Y un tallo
Ha sido mi amor Un amor itinerante Amigo de la Veranera Y el pensamiento Errabundo en la tibieza de los lechos Hasta encontrar tu latido
Este amor desnudo Carga también Piedras al corazón atadas Hundirme Hundirse Traspasar el gemido y esa piel Encontrar el bosque sumergido Ese canto primordial Herirme toda luz Para reconocer agradecida Mi cuerpo Este cuerpo diseminado en tantos besos Entre tantos hombres que me amaron Y lloraron por mi piel Reclamando mieles Obedeciendo los reclamos de mi adentro Ojo de cristal Siglo peregrino Una respuesta en la canción Esta es mi voluntad compartida Mi soledad hasta crecer
Ahora recojo una a una las sombras Empino mi oración de madrugada Y tú me habitas de luz En un paraje teñido
Bajo la manta virgen De nuestros deseos Traviesa pasa la silueta de un beso Y el barquillo suena su campana En el parque Y son las risas del tacto El anuncio certero De que aquí, Amor Ha pasado el amo
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