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General: LAUDATO SI INCICLICA PAPA FRANCISCO .
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De: Damarit Espinoza  (Mensaje original) Enviado: 22/01/2022 17:49




LA MARCA DE LA BESTIA ANTES DEL REGRESO DE CRISTO 


LAUDATO SI.CAMBIO CLIMATICO ,COP25,26 .

El Papa: Laudato si' no es sólo una Encíclica "verde", sino "social"EN LA SANTA BIBLIA ADVIERTE  El Apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran apostasía que había de resultar en el establecimiento del poder papal. Declaró, respecto al día de Cristo: “Ese día no puede venir, sin que venga primero la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición; el cual se opone a Dios, y se ensalza sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto; de modo que se siente en el templo de Dios, ostentando que él es Dios”. 2 Tesalonicenses 2:3, 4 ). Y además el apóstol advierte a sus hermanos que “el misterio de iniquidad está ya obrando”. Vers. 7. Ya en aquella época veía él que se introducían en la iglesia errores que prepararían el camino para el desarrollo del papado. Esta avenencia entre el paganismo y el cristianismo dio por resultado el desarrollo del “hombre de pecado” predicho en la profecía como oponiéndose a Dios y ensalzándose a sí mismo sobre Dios. Ese gigantesco sistema de falsa religión es obra maestra del poder de Satanás, un monumento de sus esfuerzos para sentarse él en el trono y reinar sobre la tierra según su voluntad.DICE LA SANTA BIBLIA DE LA MARCA DE LA BESTIA .APOCALIPSIS 13: 17 y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre. 18 ¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra de un hombre. Su cifra es 666.13-V.16-> Hacía que a todos. Todos serán afectados por esta legislación. Es evidente que sólo el fiel remanente se negará a obedecer (Ap 13:8; cf. Ap 12:17). Una marca. Gr. járagma, “impresión”, “sello”, “marca”. Evidentemente es algún distintivo de lealtad a la bestia, algo característico que indica que el que lleva esa marca adora a la primera bestia, cuya herida mortal fue curada (Ap 13:8). Los intérpretes adventistas en tienden que esta marca no es un distintivo literal, concreto, sino una señal de homenaje que identifica al portador como leal al poder, representado por la bestia. La lucha en ese tiempo tendrá como centro la ley de Dios, específicamente el cuarto mandamiento (ver com. Ap 14:12); por lo tanto, la observancia del domingo constituirá una señal, pero esto será sólo cuando resurja el poder de la bestia y la observancia del domingo se imponga como una ley civil que debe cumplirse. Los adventistas sostienen que el mensaje del tercer ángel amonestará simultáneamente contra la recepción de esa marca (Ap 14:9-11). Este mensaje, que llegará a ser un fuerte clamor (Ap 18:1-4), iluminará a los hombres en cuanto a los principios en pugna. Cuando los hombres, a pesar de tener claramente delante de sí las consecuencias implicadas, elijan apoyar la institución de la bestia sabiendo que está en directa oposición con el cuarto mandamiento de la ley de Dios, estarán rindiendo su homenaje al poder de la bestia y entonces recibirán su marca. La mano derecha... la frente. Esta marca en la mano o en la frente indica que están  afectadas las acciones y los pensamientos de quienes reciben la señal. También puede referirse a dos clases de personas: los que se someten a los decretos de la bestia sólo por conveniencia, y los que lo hacen por convicción personal. ] Apocalipsis (de Juan) 13-> Ver. 17-> Comprar ni vender. Esta drástica medida será tomada en un esfuerzo por obtener el cumplimiento de los dictados de la imagen; pero no será eficaz (ver com. Ap 14:1; Ap 14:12). Esta medida sin duda traerá consigo el decreto de muerte (ver com. Ap 13:15). La marca. Ver com. Ap 13:16. O el nombre. La evidencia textual establece (cf. p. 10) la omisión de la conjunción “o”. Si se omite, la frase “el nombre de la bestia” estará en aposición con la palabra “marca”. El pasaje entonces podría decir: “la marca: el nombre de la bestia” (BA). Esto significaría que la marca que vio Juan en visión era el nombre de la bestia. Esta relación puede compararse con el sello de Dios que se coloca en la frente de los santos (Ap 7:2), con respecto a los cuales Juan declaró más tarde: tenían “el nombre... de su Padre escrito en la frente” (Ap 14:1). CE Ap 14:11. Sin embargo, la conjunción “o” aparece en el P47, el más antiguo manuscrito griego que se conoce del Apocalipsis. En tal caso, las frases “la marca”, “el nombre de la bestia” y “el número de su nombre” unidas por la palabra “o” pueden indicar grados de afiliación con la bestia o su imagen; pero Dios condena esta unión en cualquier grado que sea (Ap 14:9-11). Número de su nombre. Ver com. Ap 13:18. ] 

Qué es la marca de la bestia LAUDATO SI CAMBIO CLIMATICO COP25,26.SANTIFICAR LAS FIESTAS CATECISMO ,EL CATECISMO EN SI ES LA MARCA DE LA BESTIA 666 .

Juan fue llamado a contemplar a un pueblo distinto de los que adoran a la bestia o a su imagen al guardar el primer día de la semana. La observancia de este día es la marca de la bestia.—

La marca de la bestia es el día de descanso papal.—

Cuando llegue la prueba se manifestará claramente qué es la marca de la bestia: es la observancia del domingo.—La señal o sello de Dios se revela en la observancia del séptimo día sábado Génesis 2:1,4Genesis 1:1Exodo 31:12,18Exodo 20:8,11ESCRITO CON EL DEDO DE DIOS SINAI Apocalipsis 14:7cap 14:12cap 7:2,3 , monumento recordativo de la creación por el Señor... La marca de la bestia es lo opuesto a esto: La observancia del primer día de la semana domingo santificar las fiestas 666 catecismo Apocalipsis 13 CAP 12:9 cap 14:8,11cap 16cap 17:8cap 18 CAP 19:20,21.20 Pero la Bestia fue capturada, y con ella el falso profeta - el que había realizado al servicio de la Bestia las señales con que seducía a los que habían aceptado la marca de la Bestia y a los que adoraban su imagen - los dos fueron arrojados vivos al lago del fuego que arde con azufre.APOC 15:2 Y vi también como un mar de cristal mezclado de fuego, y a los que habían triunfado de la Bestia y de su imagen y de la cifra de su nombre, de pie junto al mar de cristal, llevando las cítaras de Dios.














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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Damarit Espinoza Enviado: 22/01/2022 18:40
 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.ROMANOS 6:23.

[V.23-> Paga. Gr. opsōnion. Esta no es la palabra común del NT para “paga”, “salario”, “recompensa”, la cual es misthós (ver Luc 10:7; Jn 4:36; Rom 4:4; etc., donde se usa misthós). Opsōnion deriva de una palabra que significa “alimento cocido”, especialmente carne o pescado, más otra palabra que significa comprar “; por lo tanto, vino a significar “provisiones”, “asignación”, “viático”, como en el caso de las “raciones” que se daban a los soldados (ver Luc 3:14; 1Co 9:7; 2Co 11:8). Más tarde se usó para pago, o salario en general. Es posible, aunque no seguro, que Pablo hiciera alusión al símbolo del servicio militar (ver com. Rom 6:13). Muerte. El pecado paga a sus esclavos exactamente lo que ellos han ganado. “El alma que pecare, ésa morirá” (Eze 18:4). La muerte contrasta aquí con la vida eterna, por lo tanto Pablo se está refiriendo particularmente a la muerte eterna, o “segunda muerte” (Ap 20:6; Ap 20:14-15; cf. CS 599; PE 51). Los pecadores serán tratados en la destrucción final como ellos lo merecen. Han rechazado el ofrecimiento de la gracia de Dios y de la vida eterna, y recibirán los resultados de su propia elección deliberada (ver com. Rom 2:6; DTG 711-713). Dádiva. Gr. járisma, la palabra que previamente 541 se tradujo como “don” (ver com. Rom 5:15). “Dádiva” contrasta visiblemente con “paga”. Lo que el cristiano recibe se presenta como una dádiva de la gracia gratuita de Dios. Aun el servicio y la obediencia que el creyente justificado y renacido pueda prestar a Dios, no se deben a su propia virtud sino que son el fruto del Espíritu Santo a quien Dios ha enviado para que viva en el creyente. Ninguno de nosotros puede ganar la salvación. Ninguno de nosotros merece la redención. Somos salvados por gracia por medio de la fe, y esto es “don de Dios” (Efe 2:8). Ver com. Mat 20:15. Vida eterna. El don de la vida eterna, que Adán y Eva perdieron por su transgresión (ver com. Rom 5:12), será restaurado a todos los que estén dispuestos a recibirlo y se preparen para él dedicando su vida al servicio de Dios (Rom 2:7; Rom 6:22; cf. Ap 21:4; Ap 21:22 :2-3). En Cristo Jesús. Ver com. Rom 6:11; cf. 2Ti 1:1. Cristo es la “resurrección y la vida” (Jn 11:25); es el autor de la vida, el que da vida eterna a todos los que tienen fe en él (Jn 6:40). La dádiva de Dios de vida eterna no sólo se concede mediante Cristo, sino está en Cristo -su fuente permanente-, y sólo se puede recibir por medio de la unión con Aquel que es nuestra “vida” (Col 3:4; cf. DTG 730-731). ] 
-> Todas las almas son mías. Las “almas” o “vidas” (BJ) representan a las personas. Todos 668 los seres humanos son de Dios por derecho de creación. Todos son igualmente criaturas suyas, y su trato con ellos está libre de prejuicio o parcialidad. Ama a todos y desea salvarlos. El castigo sólo se aplica cuando es merecido. El alma que pecare. Aunque Ezequiel hablaba en primera instancia de los castigos que se avecinaban, sus palabras tienen una aplicación más amplia. Se aplican igualmente a la muerte segunda, final e irrevocable (Ap 20:14; cf. Mat 10:28). En el universo de Dios, ya restaurado, no quedará ningún vestigio de pecado. No quedarán recuerdos de la maldición, tales como almas que arden para siempre en un infierno eterno. El triunfo de Dios sobre el mal será completo. La idea de que al impío se le concederá vida eterna, aunque ésta sea la de un tormento eterno, es totalmente contraria a las Sagradas Escrituras. Esta doctrina se apoya en la falsa premisa de que el alma es una entidad separada e indestructible. Pero esta idea no proviene de la Biblia, sino de los falsos conceptos filosóficos que desde muy temprana época invadieron el pensamiento judío y cristiano. La palabra aquí traducida como “alma” (néfesh) no tiene nada que ver con ninguna parte inmortal del hombre, ni siquiera con el principio de vida en el hombre. Equivale a “ser humano”, “persona”. La palabra néfesh designa al ser humano como a una persona única, diferente de todas las demás. A fin de hacer destacar esta identidad peculiar, las Escrituras hablan del hombre con el término “alma”. Aquí Ezequiel afirma que “la persona que pecare morirá”. En el com. de Sal 16:10 aparece un estudio detallado de la palabra nefesh. ] 
[V.6-> Bienaventurado. Gr. makários (ver com. Mat 5:3). Santo. Gr. hágios (ver coro. Rom 1:7). La segunda muerte. O sea la muerte que sufrirán los impíos después de su resurrección al final de los mil años (Ap 20:14; Ap 21:8). La primera muerte es la que le sobreviene a todos (1Co 15:22; Heb 9:27). Todos, tanto los justos como los impíos, serán resucitados de esta primera muerte (Jn 5:28-29). Los justos saldrán de sus tumbas a la inmortalidad (1Co 15:52-55). Los impíos serán resucitados para recibir su castigo y morir eternamente (Ap 20:9; Ap 21:8). Dios los destruirá totalmente en el infierno (ver com. Mat 10:28); los aniquilará. La “segunda muerte” es algo diametralmente opuesto a una vida eterna en medio de torturas, que según enseñan muchos será la suerte de los impíos (ver com. Mat 25:41). Potestad. Gr. exousía, “autoridad”. La segunda muerte no tocará a los redimidos. Sacerdotes. Ver com. Apoc. 1.6; cf Isa 61:6. De Dios. Es decir, en compañía con Dios; así mismo “de Cristo” significa en compañía con Cristo. Las frases “de Dios” y “de Cristo” pueden también significar respectivamente, sirviendo a Dios y sirviendo a Cristo. Reinarán. Ver com. Ap 20:4 y la segunda Nota Adicional al final de este capítulo. ] 
[V.14-> La muerte y el Hades. Una personificación de la muerte y el Hades. Este lanzamiento de ambos en el lago de fuego, representa el fin de la muerte y el sepulcro o morada de los muertos. No tendrán jamás parte alguna en la Tierra Nueva, pues son fenómenos mortales que sólo pertenecen a este mundo. 1ª muerte es el enemigo final que será destruido (1Co 15:26; 1Co 15:53-55). Lago de fuego. Ver com. Ap 20:1. La muerte segunda. Ver com. Ap 20:6. ] 

[V.6-> Pagará. Pablo está citando Pro 24:12 o Sal 62:12. La enseñanza uniforme de las Escrituras es que los hombres serán juzgados de acuerdo con lo que han hecho (Jer 17:10; Mat 16:27; 2Co 5:10; Ap 2:23; Ap 20:12; Ap 22:12). Todos, incluso los privilegiados judíos, serán recompensados o condenados de acuerdo con las decisiones y las actitudes de su vida. Algunos han encontrado que hay oposición entre este pasaje y la doctrina de que “el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Rom 3:28). Pablo no está trazando aquí un contraste entre la fe y las obras, sino entre lo que el hombre es en realidad y lo que podría ser. Sostiene que Dios juzga al hombre de acuerdo con hechos reales, ya sean justos o injustos. Pablo explica posteriormente en la epístola que las obras de la ley -en contraste con las obras de la fe y aparte de éstas (ver 1Ts 1:3; 2Ts 1:11)- no son en realidad obras de justicia (Rom 9:31-32). Las obras serán reconocidas en el juicio como una evidencia o fruto de la fe. La fe en la gracia de Dios no es un sustituto para una conducta recta y una vida santa, pues sólo mediante una evidencia tal la fe puede demostrar su realidad y sinceridad (Stg 2:18). Dios considerará el caso de cada hombre de acuerdo con esa evidencia. ]

[V.12-> Por tanto. El pasaje que aquí comienza ha sido considerado por muchos como el más difícil del NT, o acaso de toda la Biblia; pero la dificultad parece consistir principalmente en que se ha tratado de usarlo para propósitos que no son los de Pablo. La principal meta del apóstol parece haber sido destacar los abarcantes resultados de la obra de Cristo, comparando y contrastando las consecuencias de su acto de justificación con el efecto del pecado de Adán. ”Por tanto” quizá sea una referencia retrospectiva a la descripción de los Rom 5:1-11, de la obra salvadora de Cristo que reconcilia y justifica al pecador extendiéndole la esperanza de la salvación final. Pecado. Pablo comienza una personificación del pecado: “entró en el mundo”, “reinó para muerte” (Rom 5:21), produce la muerte (Rom 7:13), tiene dominio sobre nosotros (Rom 6:14), genera toda suerte de concupiscencias (Rom 7:8), engaña y da muerte al pecador (Rom 7:11). Compárese Rom 5:12-13; Rom 5:20-21 con Rom 5:15-18. Debido a la “desobediencia” de Adán el principio del “pecado” entró en el mundo. El “pecado” a su vez se convirtió en la fructífera raíz de innumerables “desobediencias”. En toda esta sección se hace una distinción entre “pecado” como el principio y esencia de la impiedad (ver com. Jn 3:4), y el acto concreto del pecado, o sea la “desobediencia”. Pablo usa en Rom. cap. 5 tres diferentes palabras para describir el mal que se opone a la voluntad de Dios: hamártema (Rom 5:12-13; Rom 5:20-21); paráptoma (15-18, 20); y parakoé (Rom 5:19). La primera siempre se traduce “pecado” en la RVR; la segunda, “transgresión”, y la tercera, “desobediencia”; pero la BJ la traduce “delito” (Rom 5:19). En otros cap. Pablo utiliza también hamártema, que significa un pecado específico, y no el pecado en general (Rom 3:25). También usa el sustantivo anomía, “lo que está fuera de la ley” o “ilegalidad”, que se traduce “iniquidad” (Rom 4:7; Rom 6:19; 2Ts 2:7), pero que la BJ traduce “impiedad” y “maldad”. En 2Co 6:14 anomía ha sido traducida en la RVR como “injusticia”. Entró en el mundo. Pablo representa al pecado como un intruso que viene de afuera y entra en el ámbito de la humanidad. El término “mundo” se usa con frecuencia para referirse a la raza humana (Rom 3:19; Rom 11:15; cf. Jn 3:16-17). Pablo no se ocupa del origen del mal. El primer hombre violó la ley de Dios y en esa forma se introdujo el pecado entre los hombres. Por un hombre. Con estas palabras Pablo continúa la comparación entre los efectos de pecado de Adán y los de la redención de Cristo, pero presenta sólo la primera parte de la comparación. Después de exponerlo e su manera característica, se detiene para tratar algunos problemas implicados en lo que ya ha dicho. Esta digresión corresponde con los Rom 5:13 a 17; sin embargo, Pablo parece retomar su argumento principal en el vers 15. Si Pablo hubiese completado la comparación,  hubiera sido más o menos así: “Como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres por cuanto todos pecaron; así también por un hombre, Jesucristo, la justificación entró en el mundo, y la vida por medio de la justificación, de modo que, siendo todos justificados por la fe, pudieran ser salvos”. Philip Schaff ha observado acertadamente: “El apóstol podría haber evitado a los comentadores muchísimas dificultades si, de acuerdo con las reglas usuales de la composición, primero hubiera presentado la comparación en pleno, y después hubiera expuesto las explicaciones y las distinciones. Pero en las Escrituras esas dificultades gramaticales por lo general son superadas por una investigación más profunda y una aclaración del sentido” (Nota editorial en el Commentary de Lange, com. Rom 5:12). Los puntos principales de comparación que Pablo destaca en este pasaje son: que así como el pecado y la muerte -como un principio y un poder- derivaron de Adán y pasaron a toda la raza humana, así también la justificación y la vida -como un principio y un poder que contrarresta y vence al pecado y al mal- derivaron de Cristo para toda la humanidad; y que así como la muerte había pasado a todos los hombres que participaron del pecado de Adán, así también la vida ha pasado a todos los que participan de la justicia de Cristo. Sin embargo, este paralelismo no es perfecto, pues la participación en el pecado de Adán es general, mientras que la participación en la justicia de Cristo se limita a los creyentes. Todos los hombres son pecadores, y aunque la justicia de Cristo es igualmente universal en poder y propósito, no todos son creyentes. Además, lo que Cristo ha ganado supera a lo que perdió Adán (ver DTG 16). Por el pecado la muerte. Antes de que entrara el pecado, Dios había advertido a Adán que la muerte sería el resultado del pecado (Gen 2:17); y después de que entró el pecado, Dios pronunció la sentencia: “Polvo eres, y al polvo volverás” (Gen 3:19). La Biblia habla de tres muertes: (1) La muerte espiritual (Efe 2:1; Jn 3:14); (2) la muerte transitoria, o sea la “primera muerte” que Jesús describe como un “sueño” (Jn 11:11-14; Ap 2:10; Ap 12:11); y (3) la muerte eterna, o sea “la segunda muerte” (Mat 10:28; Stg 5:20; Ap 2:11; Ap 20:6; Ap 20:14; Ap 21:8). Se ha discutido mucho en cuanto a la clase de muerte que sobrevino por el pecado de Adán, y especialmente en cuanto a la clase de muerte que ha pasado a su posteridad (ver el com. de “la muerte pasó”). Gran parte de esta dificultad se debe a que por lo general se ha tergiversado el concepto que se tiene de la naturaleza de la muerte. Sin embargo, Pablo no parece preocuparse de esos problemas en este contexto, sino que sólo destaca el hecho histórico de que “el pecado entró en el mundo” por medio de Adán, y la muerte fue su consecuencia. Antes de la transgresión de Adán no había pecado ni muerte en este mundo; ambos se presentaron después. Por lo tanto, la transgresión de Adán fue la causa del pecado y de la muerte. El contraste importante radica entre la muerte como resultado del pecado de Adán, y la vida como resultado de la justicia de Cristo. El argumento de Pablo es que la dádiva de la vida y los beneficios que logró Cristo, son mucho mayores que los efectos del pecado de Adán. La nota tónica de este pasaje es: “sobreabundó la gracia” (Rom 5:20). La muerte pasó. Gr. diérjomai, “atravesar”, “recorrer”, “penetrar”. La oración podría traducirse: “La muerte se extendió a todos los hombres”. El verbo sugiere que la muerte se abrió paso hasta cada miembro de la familia humana. A todos los hombres. Equivale a la frase previa “en el mundo”, pero difiere de ella, ya que las partes concretas son diferentes de un todo abstracto. “Pasó” (ver com. “la muerte pasó”) tiene un matiz diferente del término “entró”, así como ir de casa en casa es diferente de entrar en una ciudad. Esta declaración de que la pena de muerte pronunciada sobre Adán ha pasado a todos los hombres, demuestra que la sentencia contra Adán (Gen 2:17) no se refería a la “segunda muerte” (ver com. “por el pecado la muerte”; CS 599). La segunda muerte no puede transmitiese a otros, pues sobrevendrá como resultado del juicio final, acerca del cual se afirma claramente: “Fueron juzgados cada uno según sus obras” (Ap 20:12-13). El juicio final de Dios y la sentencia final de muerte eterna se basan en la responsabilidad personal e individual (Rom 2:6). Todos los hombres descienden, sin excepción, a la sepultura, y en este respecto todos comparten el castigo de la transgresión de Adán. El derecho a la vida se perdió debido a la transgresión. Adán no podía transmitir a su posteridad lo que ya no poseía (ver CS 588). En este sentido “en Adán todos mueren” (1Co 15:22). Si no hubiera sido por el plan de salvación, el resultado del pecado de Adán habría sido la muerte eterna; pero mediante las estipulaciones de este plan, todos los miembros de la familia de Adán sean buenos o malos serán sacados de sus tumbas (Hch 24:15; cf. 1Co 15:22). En ese tiempo todos verán y reconocerán claramente que los que se pierdan eternamente sufrirán sólo por causa de sus propios pecados. No podrán culpar a Adán por su destino. Los que “hicieron lo bueno”, que por fe aceptaron la justicia de Cristo y la hicieron suya, saldrán “a resurrección de vida” (Jn 5:29). “La segunda muerte no tiene potestad sobre éstos” (Ap 20:6). Pero “los que hicieron lo malo”, los que han rechazado la justificación en Cristo y no han alcanzado el perdón por medio del arrepentimiento y la fe, saldrán para “resurrección de condenación” (Jn 5:29). Recibirán el castigo de la transgresión, “la paga” final “del pecado” (Rom 6:23): “la muerte segunda” (ver CS 599). Por cuanto. Gr. ef´ ho. Estas palabras, que se han traducido de diferentes maneras, han dado motivo a muchas controversias teológicas; sin embargo, parece claro que su significado es sencillamente “por lo cual”, “pues que” (RVA). En el griego clásico esta expresión por lo general significaba “con la condición de que”, pero no coincide con la forma en que se la usa en el NT Compárese su empleo en 2Co 5:4; Fil 3:12; Fil 4:10. Todos pecaron. La flexión del verbo es la misma del Rom 3:23. El principal propósito de Pablo no es destacar el hecho de que todos los hombres individualmente “pecaron” y que por esa razón la muerte es la suerte de todos (ver com. Rom 5:13). Una interpretación tal no corresponde con el contexto, pues en el Rom 5:14 Pablo añade que hasta los días de Moisés los hombres “no pecaron a la manera de la transgresión de Adán”. Cuando Adán y Eva se rebelaron contra Dios, no sólo perdieron su derecho al árbol de la vida -lo que resultó inevitablemente en su muerte y en la transmisión de ésta a sus descendientes-, sino que por causa del pecado también se depravó su naturaleza, con lo cual disminuyó su resistencia al mal (ver PP 45). De esa manera Adán y Eva transmitieron a su posteridad la tendencia al pecado y el sometimiento a su castigo: la muerte. Por su transgresión el pecado se introdujo como un poder infeccioso en la naturaleza humana antagónica a Dios, y esa infección ha continuado desde entonces. Debido a esa infección de la naturaleza humana, que se remonta al pecado de Adán, los hombres deben nacer nuevamente (ver com. Rom 3:23; Rom 5:1). En cuanto a la transmisión de una naturaleza pecaminosa de padre a hijo, debiera tenerse en cuenta lo siguiente: “Es inevitable que los hijos sufran las consecuencias de la maldad de sus padres, pero no son castigados por la culpa de sus padres a menos que participen de los pecados de ellos. Sin embargo, generalmente los hijos siguen los pasos de sus padres. Por la herencia y por el ejemplo los hijos llegan a ser participantes de los pecados de sus progenitores. Las malas inclinaciones, el apetito pervertido, la moralidad depravada, además de las enfermedades y la degeneración física, se transmiten como un legado de padres a hijos hasta la tercera y cuarta generación” (PP 313-314). EL CATECISMO EN SI ES PECADO 666APOC CAP 13:17,18 .










 
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