QUÉ SON LOS PROBLEMAS:
LOS QUE PREDICEN: Ayudan a moldear nuestro futuro.
LOS QUE RECUERDAN: No somos suficientes. Necesitamos que Dios y los demás nos ayuden.
SON OPORTUNIDADES: Nos sacan de la rutina y nos hacen pensar creativamente.
SON BENDICIONES: Nos abren puertas por las que, por lo general, no hubiéramos pasado.
SON LECCIONES: Cada nuevo reto será un maestro para nosotros.
ESTÁN EN TODAS PARTES: Ningún lugar o persona está excluido de ellos.
SON MENSAJES: Nos advierten sobre desastres potenciales.
SON SOLUCIONABLES: Ningún problema es sin solución.
En realidad los problemas son puertas que se abren para llevarnos a nuevas experiencias siempre y cuando no dejemos que el resetimiento, la frustración y el desespero se apoderen de nuestro corazón. Los problemas de la vida son los obstáculos que pueden desarrollar los músculos del alma y el entrenador en todos esos ejercicios es esa Divinidad Superior que mora en nosotros, quién nunca nos dejará ni nos desamparará hasta que vea terminado su propósito en nosotros.
El amor en Dios, nuestra Fe y Esperanza son los senderos que debemos caminar en cualquier dificultad.
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