La vida es un proceso continuo de creación. Nuestros cuerpos están creando constantemente nuevas células para mantenernos vivos. Nuestras mentes están creando constantemente nuevos pensamientos para ayudarnos a sobrevivir y prosperar. En un sentido netamente biológico, la vida en sí misma se define como un proceso creativo. La creación forma parte de nuestra esencia como seres vivientes y en constante crecimiento.