Han sido empleados durante siglos para reunir, dirigir y buscar animales de rebaño, y para protegerlos de ladrones y depredadores. Ágiles e inteligentes, custodian a los animales a su cargo por medio de distintas técnicas, como mordisquearles los garrones (el australian cattle dog) o inmovilizar a las ovejas con una mirada hipnotizadora (el border collie). Aunque fueron desarrollados por sus condiciones de trabajo, no por su aspecto, en la actualidad algunos son poseedores de los pelajes caninos más destacados. Hay muchos que todavía siguen cumpliendo con sus tareas tradicionales: despliegan energía para movilizar los rebaños a grandes distancias, paciencia con los animales descarriados y una rápida percepción de las órdenes a obedecer.
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