Nuestra vida diaria actual parece estar muy inmersa en muchas ocupaciones, las cuales nos hacen estar cada vez mas cansados y alejarnos de lo que realmente Dios quiere.
Si tenemos un trabajo que nos absorbe, pasamos mucho tiempo ocupados con esto. Si estamos en la casa por lo general pasamos muy pendientes de la limpieza, el orden y alguna que otra cosa que se requiera. Si hay niños o jóvenes, pasamos muy ocupados y preocupados de lo que hacen y de qué va a suceder con ellos.
Vivimos muy ocupados de las muchas cosas en que nos involucramos y esto lo que provoca en nosotros es más que ocupación, se convierte en una carga, en un gran trabajo y más difícil aún pensar en un descanso, como dice el Salmo 127:2 “Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar.” Realmente se nos hace difícil tener paz y más todavía tratar de buscar un descanso.
Nuestro diario vivir debe ser un balance, no podemos dejar de ocuparnos, pero sí busquemos espacios que nos den descanso y que nos permitanocuparnos de nosotros mismos y de los demás, pero no nos carguemos innecesariamente, ya Cristo lleva nuestras cargas, dejemos que él se encargue de aquellas cosas que no podemos resolver.
Disfrutemos lo que tenemos mientras lo tengamos y no estemos preocupándonos por obtener más todo el tiempo.
Deleitémonos en el Señor, hagamos altos en nuestro camino, y tengamos paz.