Mi alma me habló
Mi alma me habló y dijo:
"No te alegres con el elogio y no te angusties con el reproche".
Antes de que mi alma me aconsejara yo dudaba del mérito de mi trabajo.
Ahora me doy cuenta de que los árboles florecen en primavera y dan sus frutos en
verano sin esperar elogio, y dejan caer sus hojas en otoño y quedan desnudos en
invierno sin temor al reproche.
Mi alma me habló y me hizo ver que no soy más que el pigmeo ni menos que el gigante.
Antes de que mi alma me hablara yo veía a la humanidad dividida en dos clases de
hombres: una débil, de la que me compadecía, y una fuerte, a la que seguía o
resistía desafiante.
Pero ahora aprendí que soy como ambos y estoy hecho de los mismos elementos.
Mi origen es su origen, mi conciencia su conciencia, mi pretensión su pretensión y
mi peregrinaje su peregrinaje.
Mi alma me habló y me dijo: la linterna que llevas no es tuya y la canción que cantas no
fue compuesta en lo profundo de tu corazón, porque aunque sostengas la luz no
eres la luz, y aunque seas un laúd con las cuerdas
tensas no eres el ejecutante.
Mi alma me habló, hermano, y me enseñó muchas cosas. Y tu alma también te ha hablado
y también te ha enseñado.
Porque tú y yo somos uno y no hay diferencia entre nosotros, salvo que yo proclamo
lo que hay en mi ser íntimo, mientras que tú lo guardas como un secreto de tu intimidad.
Pero en tu reserva hay una especie de virtud.
Desconozco su autor
|