La prisión de esta ciudad no me deja escapar Matan mi espíritu, sin dejarme respirar Recortan mis alas para no dejarme volar Porque no hay peor castigo que dejar de soñar
En el olvido vivo para dejar de recordar
Curiosa la felicidad que se esconde cuando todo va mal Cobarde la sonrisa que se va Benditas lágrimas, que mis recuerdos consiguieron borrar Hermoso dolor, que las plumas de mis alas, consiguió arrancar
Y aquí me tienen, encerrada No me permiten hacer nada Luego dirán que lloro por nada Cuando por fin extendí mis alas, ellos se encargaron de recortarlas
Y vendrán con cara de simpatía a decirme que es por mi bien Y que me quieren, también Cuando por dentro me muero
En el olvido vivo para dejar de recordar
Dicen que estoy así por no salir Antes no me pondría así, pero Me he dado cuenta que poco a poco me quitan las ganas de vivir Esta vez por siempre me quedaré así Luego vendrá, mi padre, a pedirme explicación Mi madre dirá que me deje, porque sabe que es lo mejor Intentaré no contestar, porque sé que las cosas las puedo empeorar Pero mi padre insiste en que he de confesar ¿Sabéis que me pasa? ¡No me dejáis volar!
¡Mientras otros se elevan altos, yo tengo que mantenerme cerca del suelo,
porque no queréis que me haga daño…!
¡Que tengo ya 14 años!
¡Quiero volar, sentir el viento! Desplegar mis alas sin temor a que sean recortadas Sin que se queden reducidas a nada