Venezuela hermosa, de oro su cabello morena de día, de noche de nácar, en su sangre lleva, maldición y vida provoca ambiciones de frac y corbatas así como al hombre de polaina y botas.
Su preciosa sangre, nació entre las selvas bajó el Orinoco, pobló sus ciudades, y en su ancho delta, waraos hicieron parajes y casas que un barbudo extraño, de nombre Vespucio, viendo su belleza Venezuela dijo y así se llamó.
Su sangre preciosa, desata ambiciones le extraen a diario miles de barriles, más en el mercado, le asignan un precio y en el suelo patrio, la roban ladrones de fracs y corbata, mercantes de muerte, mercantes del odio, petróleo mercantes.
Se ven en sus llanos, manos laboriosas, que apuntando el alba, cabalgan, caminan, unos tras las reses, otros a los surcos para crear riquezas que alimenta al pueblo, otros en las sierras, trabajan los bosques sacan las maderas para techo y casas, hospital, escuelas, sueños y canciones.
En su litoral, frente al mar caribe, los barcos audaces, desafían trombas, marinos bravíos, pescador valiente que surcas los mares y lanzan sus redes, recoges del fondo riquezas marinas para ser vendidas en tiendas y plazas.
Venezuela bella, Venezuela hermosa tu tuviste un hombre, que te amó profundo, Bolívar su estirpe, de nombre Simón, sacó de tu estancia, a punta de espada al blasón de España, más no a la ambición, que quedó encendida en sangre de criollos y a Simón Bolívar, y a Manuela Saenz una madrugada, traiciones, intrigas, sus sueños mas nobles, brutal les truncó.
Ni ahora, ni nunca, Venezuela hermosa, tu Simón Bolívar, tu Manuela Saenz, nadie usurpará, viven en la sangre que nació en la selva, corre por las venas del pueblo bravío, que no amasa el oro, solo la riqueza que viene del llano, del bosque y del mar, que baila que canta danzas, joropo y tambora.
A mi Venezuela, morena y de nácar cabello azabache, cabello de oro mi amor le confieso y cuando yo muera entre palafitos, en el Orinoco Venezuela origen, quiero mis cenizas verlas descansar.
|