Duro trabajo el de olvidar,
el enterrar escombros y semillas en el hielo,
para lograr que mueras otra vez.
No es fácil evitar los senderos de tu nombre,
intentar el amor en el exilio,
caminar sin retornar a tus palabras.
Vuelves y no vuelves en tu andar trasparente,
con tu pelo derramado en los rincones de mi sueño
vuelves y no vuelves permanente y necesario
y vuelves a morir sobre mi espalda.
Absurdo construir con pequeñas astillas de sonido,
con destellos macizos de memoria,
la imágen que no existe.
Duro trabajo el de olvidar.
No es nada fácil arrastrar tu cuerpo por la arena
y sepultarlo, detrás de las preguntas.
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