“ Por esta causa doblo mis rodillas al Padre de nuestro Señor Jesucristo……
para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones” Efesios 14, 17.
El Apóstol Pablo siempre oró por sus Discípulos y por la gente
que él amó en la fe. Siendo que su oración en este pasaje es por
miembros de la Iglesia, uno se pregunta de pronto,
cómo es que ora que Cristo habite por la fe
en sus corazones? No son acaso Cristianos?
No habita Cristo en cada creyente?
Acaso no está errada esta forma de orar de Pablo? En ninguna manera, usando la misma expresión de Pablo
en una de su cartas. Hay dos verbos similares en Griego.
Uno es “Paroikeo” y el otro es “Katoikeo”. Cuál es la diferencia? “Paroikeo” significa habitar en un lugar como un extraño o pasajero visitante. Recientemente tuve en mi hogar a mi hija, su esposo y mis dos nietos.
Estuvieron una semana, ese fue “Paroikeo”, habitaron conmigo pero pasajeramente, solo siete días. Ese es el verbo que usó Pablo en el Capítulo 2 verso 19 de la misma carta
a los Efesios que dice “Ya no sois extranjeros ni advenedizos” (Paroikeo). Pero el otro verbo es “Katoikeo”, es el verbo de más peso porque significa
habitar en forma permanente, no como extraño o advenedizo.
Este verbo denota residencia permanente.
Este es el verbo que Pablo Usa en Efesios 3:17. Ahora entendemos porque Pablo ora que habite Cristo en nuestros corazones, ya que su oración
es que Cristo no sea un (Paroikeo) visitante temporal, advenedizo sin voz
ni voto, sino que sea (Katoikeo) un Señor, Maestro, Residente
permanente con voz, voto, dirección y palabra final en nuestra vida.
Y Por encima de todo eso que el tenga su trono en nuestro corazón para que sea realmente el Señor y Señores y el Rey de Reyes en nuestra vida.
La gran pregunta hoy es.
Quién es Cristo en tu vida?
Visitante Temporal o Señor de todas las áreas de tu vida.
Que sea lo último para que El sea el Primero y el último en nuestra vida. Dr. Serafín Contreras Galeano.
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