PARA HABLAR CON DIOS
Señor, aquí me tienes de nuevo. ¡Cómo me gustaría tener un corazón de niño para hablarte con toda la sinceridad de mi pobre alma! Toca Señor mi corazón, tócalo y verás cómo despiertan las palabras que quiero decirte hoy. Mi deseo te reclama, mi anhelo más profundo te busca impacientemente.
Señor,
Cuando mi corazón esté frío de tristeza, cuando todo me provoque miedo, quiero que Tú seas mi fuego y mi consuelo.
Cuando no sepa qué camino coger, quiero que tú seas mi luz y mi guía.
Cuando el desaliento me invada, quiero que seas mi paz, la razón de mi existir y el sentido de mi vida.
Señor, fuera de ti, no hay nada que tenga valor para mí.
Al salir de casa, acompáñame Señor.
Cuando esté desarrollando mi trabajo, quédate a mi lado Señor, derriba mis viejos castillos y las altas murallas de mi egoísmo.
Te doy tan poco Señor, y con tan poco entusiasmo y alegría; no consigo darte todo lo que deseo ni logro amarte como yo quiero y sueño. Soy tan poca cosa ante Ti y Tú, me vuelves tan rico.
Señor, vengo hoy a pedirte paz, sabiduría, fuerza; quiero mirar al mundo con ojos de serenidad, ser paciente, comprensivo y humilde. Quiero aprender a apreciar la bondad de mis hermanos; cierra mis oídos a toda crítica; que de mi boca salgan palabras para bendecir. Haz que todos los que se acerquen a mí sientan tu presencia.
Creo en Ti Señor, espero en Ti, te amo con todas mis fuerzas.
Amén
ORACIÓN PARA UN SER QUERIDO DIFUNTO
Dios mío, te has llevado la persona que más amaba en este mundo; pero tú lo has querido así, cúmplase en todo tu santísima voluntad. El gran consuelo que me queda es la esperanza de que Tú le hayas recibido en el seno de tu misericordia, y que te dignarás algún día unirme con él. Si la entera satisfacción de sus pecados lo detienen aún en las penas sin que haya ido todavía a reunirse contigo, yo te ofrezco por él, todas mis oraciones y buenas obras, principalmente mi resignación ante esta pérdida; haz, Señor, que esta resignación sea entera y digna de ti.
Dios todopoderoso, por la muerte de Jesucristo, tu Hijo, destruiste nuestra muerte; por su reposo en el sepulcro santificaste las sepulturas y por su gloriosa resurrección nos restituiste la vida a la inmortalidad. Escucha nuestra oración por aquellos que muertos en Cristo y consepultados en Él, anhelan la feliz esperanza de la resurrección. Concede, Señor de vivos y muertos, a cuantos en la tierra te conocieron por la fe, alabarte sin fin en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
Querido Amigo
Hoy al levantarme me encontré con la grata sorpresa de recibir más de 500 mensajes de condolencias y de bienvenida. Mil gracias, hacía días no sentía esta bella emoción de sentirme querida por mis amigos del mundo. Cada mensaje tendrá respuesta, sólo te pido que tengas un poco de paciencia.
Un Abrazo y que Dios derrame sobre ti, muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, y mucha Prosperidad;