Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo el guía. Gálatas 3:25
Guía - aparte del hecho que la educación es obligatoria en algunos países, ¿Por qué habríamos de ir a la escuela? ¿Dedicas tu tiempo en la escuela a ocupar tu dia? ¿Te sientes como si eres cautivo del sistema, en condena hasta que finalmente te liberen para hacer lo que deseas con tu vida? Espero que no. El propósito de la escuela no es de confinarte sino de educarte. ¿Por qué? Para que cuando salgas de la escuela, tengas una comprensión más clara de cómo funciona la vida y como abrirte camino en ella. Aquellos que asisten solo porque deben hacerlo usualmente son quienes demuestran su ignorancia sobre la vida una vez que son liberados. Para la mayoría de nosotros, la escuela es una oportunidad maravillosa de aprendizaje.
Aparentemente, un gran número de teólogos han olvidado la razón por la que fueron a la escuela. Según su apreciación, el tuto era un tirano perverso de quién no aprendías nada de nada. Simplemente te mantenía encadenado a tu escritorio hasta que el venga el Mesías y arranque la puerta de la escuela para que puedas escapar hacia la libertad. Así que, R.Y.K Fung comenta que el versículo precedente divide el tiempo en dos épocas, la primera bajo la ley prisionera y la segunda bajo la libertad de Cristo. Cuando vino Cristo, la ley fue “desplazada” por la justificación por fe. La “dispensación de fe que se inauguró con la venida de Cristo” implica que la “ley dejo de ser válida” para los creyentes. Bajo esta nueva dispensación, “los creyentes se convirtieron en hijos d Dios por medio de la fe” en cuanto la función tutorial de la ley se deja a un lado (Fung, Gálatas, NIVNT, pp. 170-178).
¿Te parece razonable esto? ¿Crees que Dios nos dio la ley simplemente para mantenernos encadenados hasta que arribase Jesús y nos liberara de esas horas terribles de estudio? ¿Acaso la ley es el carcelero? Adicionalmente, ¿acaso Fung hace la implicación que Abraham no fue justificado por la fe porque vivió antes de la dispensación por fe? ¿Era Moisés un iluso cuando dijo que la ley era el libro de instrucciones de vida de Dios? ¿Acaso la historia de Israel demuestra que Dios tenía dos planes; el primero diseñado a coaccionar a la asistencia a la escuela para recibir un juicio de culpable por no sacar calificación sobresaliente, y el segundo diseñado a deshacernos de la escuela para que vivamos vidas sin restricciones?
Fung es un notado erudito. Su contribución a la serie El Comentario Nuevo Internacional del Nuevo Testamento demuestra su inclusión en el pensamiento cristiano “conservador.” Pero su adopción de la teoría de los dos pactos antes de la exegesis del texto nos lleva a unas preguntas muy complejas – preguntas que Pablo hubiera encontrado extraordinariamente ingenuas, me temo.
¿Por qué vamos a la escuela? ¡A aprender, a eso vamos! ¿Acaso eso significa que el aprendizaje te garantiza un lugar en el palacio? Claro que no. Solo logras un lugar en el palacio si te invita el Rey. Es un regalo, no un titulo. ¿Pero acaso creíste que toda esa escolaridad no tendría efecto sobre ti? ¿Creíste que la ley no te mostraría cuando necesitas el regalo? Si fueses a la escuela solo para poder recibir la invitación, y en el camino descubres que toda esa educación confirma que la invitación no se puede ganar, ¿no crees que habrías aprendido algo de importancia crítica? Claro que sí. Habrías aprendido que el tutor solo te prepara para aceptar el regalo, no para recibir el regalo. ¿Y no es esto maravilloso?
Eso fue lo que aprendió Abraham. Eso fue lo que aprendió Moisés. Eso es lo que nosotros también debemos aprender si vamos a estar preparados para cuando llegue el RSVP. Pero si te deshaces de la educación una vez que escuchas que el Rey ha entrado al palacio, ¿Cómo sabrás que hacer cuando te llegue el sobre? ¿Por qué dice Pablo que ya no estamos bajo un tutor (el griego es paidagogos que significa “uno que guía a un niño”)? ¿Podría ser que hemos aprendido que los títulos universitarios no nos garantizan un lugar en la mesa del banquete? ¿Podría ser que hemos crecido, reconociendo como Abraham que Dios da cuando ya estamos listos para recibir?
Escrito por Dr. Skip Moen, traducido por Bessy
www.SkipMoen.com