EL SEXO
Por
Emma-Margarita R. A.-Valdés
I - INICIACIÓN
Nací con la inocencia original,
mis ojos ciegos, virgen mi lenguaje,
nací desnuda, libre de equipaje,
a cumplir un destino universal.
Por mi sexo dictaron mi final
y por él se orientó mi aprendizaje,
de este modo fue el único bagaje
valioso en este infierno terrenal.
Desdeñaron la fuerza de mi mente
y mi rico tesoro espiritual,
valuaron mi carácter animal,
el que unifica enamoradamente,
para darme una vida desigual
regida por un código sexual.
II - ESPLENDOR
Crecí teniendo al sexo como guía,
como el eje importante de mi ser,
crecí bajo su influjo y su poder,
esclava de su enorme tiranía.
Sólo en él se midió mi valentía
y por él repudiaron mi saber,
el pensar, gobernar u obedecer
dependió de sexual anatomía.
Fue el sexo mi obsesión de juventud,
predominó en mis noches y mis días,
fue el causante de penas y alegrías,
el origen de toda mi inquietud,
de dudas metafísicas sombrías
y de mis ignorantes rebeldías.
III - MADUREZ
Alcancé la experiencia con la edad,
cuando el alma domina los sentidos
y la mente recorre conocidos
senderos de mentira y de verdad.
Sexo es, en juventud, fogosidad;
en madurez, placeres añadidos
a una vida con otros cometidos
por encima de la sexualidad.
Olvidemos el sexo en el futuro,
edifiquemos nueva humanidad
cimentada en amor y en igualdad,
que el sexo no construya un necio muro
limitador de ciencia y libertad
y el alma sea nuestra identidad.
Emma-Margarita R. A.-Valdés