LOGICA DE AMOR
Algún día, cuando mis hijos sean lo suficientemente grandes como para entender la lógica que motiva a los padres, les diré:
CON MUCHO AMOR A TODAS LAS MADRES QUE SON TAN MALAS COMO LA MIA, OJALA SEAMOS MUCHAS MAS EN EL MUNDO
ABRAZOS Y BESOS PARA TODAS
Te amé lo suficiente para preguntarte adonde ibas y con quien y a que hora regresabas a casa.
Te amé lo suficiente para insistir que ahorraras tu dinero para comprarte la bicicleta aunque nosotros, tus padres, pudiéramos comprártela.
Te amé lo suficiente para fastidiarte y estar encima de tÍ durante horas mientras arreglabas tu cuarto, un trabajo que me hubiera llevado a mi tan solo quince minutos.
Te amé lo suficiente como para dejarte ver mis enojos, desilusión y lágrimas pues los niños deben entender que los padres no somos perfectos.
Te amé lo suficiente para dejar que asumieras la responsabilidad de tus acciones aunque los castigos a veces fueran tan fuertes que me rompían el corazón.
Pero sobre todo, te amé lo suficiente como para decir NO, cuando sabía que me ibas a odiar por ello. Esas fueron las batallas más difíciles para mí. Pero hoy estoy contenta porque las gané y porque al final también las ganaste tú. Y algún día cuando tus hijos sean lo suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a los padres tu les dirás: ¿ tu mamá es mala? Yo sé que la mía sí lo era, era la mamá más mala que había en todo el mundo.
Cuando los otros chicos desayunaban mate cocido, ella nos hacía leche chocolatada con pan y manteca. Cuando los otros chicos almorzaban fideos, nosotros teníamos para comer carne, papas y ensalada.
Mi mamá insistía en saber donde estaba todo el tiempo.
Ella tenía que saber quienes eran nuestros amigos y lo que hacíamos con ellos.
Me da pena admitirlo pero rompió con las reglas de trabajo a menores ya que teníamos que lavar los platos, ayudar a sacar la basura, colgar la ropa, arreglar nuestro cuarto y toda clase de trabajos forzados parecidos a esos.
Por nuestra mamá perdimos muchas experiencias que otros chicos tenían. Ella insistía en que dijéramos la verdad y nada más que la verdad.
Cuando llegamos a la pubertad te juro que ella podía leer nuestras mentes.
Era desesperante vivir con ellas, estaba pendiente de que nos laváramos los dientes, que nos bañáramos que estudiáramos, ¿ya hiciste los deberes?¡ uff que fastidio a veces hasta pensé en irme de casa!!!!!!!!!
Por nuestra mamá además nos perdimos de muchas otras experiencias. Por su culpa nunca probamos droga, nunca tuvimos mayores problemas con el alcohol, nunca estuvimos presos, ni fuimos vándalos o pandilleros, por su culpa nunca nos hirieron ni el cuerpo ni el alma. Y conocimos a Dios, sí, todo por su culpa.
Ahora estamos solos en nuestras casas, somos adultos honestos y procuramos hacer lo mejor que podemos para ser tan malos como dice mi madre. Porque ya sabemos que lo que este mundo necesita son: MADRES TAN MALAS COMO LA MIA.
Fondos Mery 2009
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