Cuatro devotos se reunieron para peregrinar juntos a la India: un persa, un turco, griego y un árabe.
Estaban descansando los cuatro peregrinos a orillas de un río cuando pasó por allí un hombre religioso que, viendo que se trataba de peregrinos, les obsequió con unas rupias para que pudieran desayunar.
Cuando el hombre hubo partido el persa dijo: "Con este dinero voy a comprar angur para que todos lo comamos".
El turco protestó: "Ni hablar, compraremos unzum", pero el griego replicó contundentemente: "De eso nada; compraremos stafyllia",
en tanto que intervino el árabe para afirmar: "Vamos a comprar inab".
En esos momentos todos comenzaron a regañar e incluso llegaron a darse encolerizados golpes. Pero otro apacible peregrino pasó por allí y trato de apaciguarlos y reconciliarlos.
"Qué os ocurre, buenos amigos?"
Cuando le explicaron lo que sucedía, el hombre dijo:
"Dadme el dinero. Iré al mercado y os complaceré a todos."
Partió y, al poco tiempo, volvió trayendo un paquete con gran cantidad de uvas.
Al verlas, el persa exclamó:
"Mi angur!",
y el turco: "Mi unzum!",
y el griego: "Mi stafyllia!",
y el árabe: "Mi inab!"
de la red.
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