Quiero un mundo propio, quiero tenerte a ti, quiero que me amen, y quiero amar así.
Mas no acepto llanto absurdo ni sonrisas fingidas, quiero alas propias y metas cumplidas.
Quiero volar libremente, quiero ser persistente, quiero ser yo misma, quiero ser diferente.
No acepto reglas, ni prejuicios; quiero golpes y triunfos precisos. No quiero poses ni frustración, quiero del cielo una bendición.
Quiero tener sueños, quiero experimentar ansiosa, quiero evaluar mi vida como única joya preciosa;
Y solo hasta entonces satisfecha y no arrepentida... quiero morir dichosa.
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